Al menos 27 personas murieron ayer y 70 más resultaron heridas en tres atentados con explosivos en una cafetería, un campo de fútbol y un mercado al norte de Bagdad, mientras que tres soldados iraquíes fueron abatidos por un grupo de hombres armados.

El ataque más mortífero fue perpetrado por un kamikaze contra un café popular en la ciudad de Balad, a 80 kilómetros al norte de la capital, donde fallecieron dieciséis personas y medio centenar sufrieron heridas.

El kamikaze detonó el cinturón de explosivos que llevaba adosado al cuerpo en mitad de la cafetería, cercana a la sede de la policía de Balad, informó Efe. Balad, de mayoría chií, se encuentra en la provincia de Salahedín, de población predominantemente suní.

El estallido de un artefacto explosivo en un mercado popular en la zona de Tahrir, en la provincia de Diyala, causó además cuatro muertos y 25 heridos, así como importantes daños materiales.

El mismo número de víctimas mortales se produjo al explotar una bomba en un campo de fútbol de Muqdadiyah.

En cuanto al asesinato de los militares, las fuentes explicaron que hombres armados dispararon contra tres soldados del Ejército que viajaban en un taxi en el sur de Mosul, capital de la provincia septentrional de Nínive.

El sábado, al menos 50 personas murieron y 245 resultaron heridas en una cadena de atentados, cuya autoría fue reivindicada en las últimas horas por el grupo Estado Islámico de Irak, vinculado a Al Qaeda. El primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki, ordenó el inicio de una amplia operación de seguridad en el oeste y el norte del país para buscar y capturar a los miembros de la rama iraquí de Al Qaeda.

Los últimos meses han sido los más mortíferos en Irak en cinco años, desde el-brote de violencia que estalló a principios de año, y la cifra de fallecidos el pasado julio rondó las mil personas.