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11 de setiembre en Catalunya

Cuenta atrás para la cadena humana de la Diada

Recta final para los preparativos del 11 de setiembre en Catalunya, donde la ANC ata los últimos flecos de la cadena humana. Mientras, en la arena política, comienzan los movimientos, adhesiones y desmarques ante una movilización que no hará sino reforzar el proceso soberanista.

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Beñat ZALDUA

Apoco más de quince días para la celebración de la Diada Nacional del 11 de setiembre, la cadena humana convocada para tal fecha por la Assemblea Nacional Catalana (ANC) se ha convertido en las últimas semanas en el centro de atención mediático en Catalunya. Y como si de un déjà vu de lo sucedido el año pasado se tratase, conforme se acerca la fecha, el ruido se concentra con más fuerza en la arena política, con posicionamientos, silencios, peticiones y quejas diversas llenando páginas de diario en medio de la sequía informativa estival.

Como ya sucedió con la histórica manifestación del año pasado, el lema escogido por la ANC para la jornada ha centrado buena parte de una polémica difícil de entender, en la que varios partidos se han otorgado el privilegio de recomendar a la ANC y a la sociedad civil cuál debería ser el mensaje que Catalunya envíe al mundo el 11 de setiembre. Pero el nombre escogido por la Assemblea para la cadena humana es claro e inequívoco: «Via Catalana cap a la Indepen- dència». Algo que incomoda especialmente a Unió Democràtica de Catalunya (UDC) y PSC. Ante el silencio veraniego del líder de UDC, Josep Antoni Duran i Lleida, han sido segundas espadas como el conseller de Agricultura, Josep Maria Pelegrí, o el conseller de Interior, Ramon Espadaler, los encargados de poner de manifiesto el malestar de los socios de Convergència. Recientemente, Pelegrí envió una carta a la ANC en la que pedía que la movilización reclame el derecho a decidir y no la independencia, con el objetivo de unir a «todas las fuerzas democráticas del país». Una petición a la que siguió la advertencia de Espadaler, que la semana pasada declaró que «si fracasa la Vía Catalana porque se ha sido ultrarrestrictivo, será un fracaso del país».

Pero el carácter independentista de la movilización levanta todavía más ampollas en el seno del PSC, cuya oposición al proyecto independentista no impide que traten de marcar, igual que Unió, el sentido de una acto evidentemente independentista. Sin embargo, a nadie escapa que el principal problema del PSC sigue siendo la tensión interna que desata el proceso soberanista, algo que quedará nuevamente retratado el 11 de setiembre, sobre todo si las cabezas visibles del sector catalanista deciden participar en la cadena humana, igual que hicieron en la manifestación del año pasado.

En este tira y afloja sobre el lema de la movilización tampoco han ayudado las declaraciones del vicepresidente de la ANC, Jaume Marfany, en las que señaló que «todos los que acudan serán contados como independentistas». Una expresión que contrasta con el talante conciliador y extremadamente medido del que suele hacer gala la Assemblea. De hecho, la ANC trató de zanjar el tema la semana pasada con un comunicado en el que, por un lado, insistió en que el objetivo inequívoco de la movilización es «avanzar en el camino hacia un estado independiente» y, por otro lado, remarcó que se trata de una convocatoria «abierta a la pluralidad y transversalidad de la sociedad catalana». Todo en línea con la constante declaración de la presidenta de la Assemblea, Carme Forcadell, que ha invitado en numerosas ocasiones a los partidarios del derecho a decidir a recorrer juntos el camino hasta la celebración de la consulta, incidiendo en que uno de los principales mensajes de la Diada será el de «Queremos votar».

La ANC ha intentado cerrar así una polémica en la que no han querido entrar ninguno los partidos más claramente favorables al proceso soberanista. Desde CDC, el secretario de organización, Josep Rull, expresó su deseo de que «la Vía Catalana sea una expresión cívica, democrática y mayoritaria de la voluntad de libertad de Catalunya». Más duro se mostró el diputado de ERC en Madrid Joan Tardà, que calificó los debates sobre el lema de «estériles y bizantinos» e instó a centrarse en que la Diada sea «un éxito». En la misma línea, el diputado de la CUP David Fernández criticó los intentos de alterar el mensaje, acusando a sus protagonistas de querer «vaciar de contenido el debate de fondo, que es la independencia política».

Entre uno y otros, como viene siendo habitual, se ha situado ICV-EUiA, cuyo líder en el Ayuntamiento de Barcelona, Ricard Gomà, declaró la semana pasada que «la mejor manera de reforzar la cadena humana es que sea lo más inclusiva posible».

Otro de los frentes abiertos es el de la participación de cargos públicos, a los que la ANC pidió el viernes que estén presentes en la Diada. Los presidentes de las Diputaciones de Barcelona, Girona y Lleida ya han anunciado su presencia -el de Tarragona está de vacaciones, por lo que todavía no se ha pronunciado-, mientras que varios consellers como el de Cultura, Ferran Mascarell, o el de Justicia, Germà Gordó, han mostrado su predisposición a participar. La decisión la tomarán en el Consell de Govern de mañana, en el que se anunciará cuál será la representación del Ejecutivo en la movilización. Por último, queda pendiente la participación o no del President, Artur Mas, que todavía no ha anunciado su decisión, aunque se especula con que pueda optar por una opción parecida a la del año pasado: dar su «apoyo moral» a la movilización sin mojarse y participar directamente.

El reto logístico

Más allá del ruido político, la ANC sigue centrada en el reto logístico que supone organizar una cadena humana de más de 400 kilómetros de largo, de norte a sur del Principat, en cuyos límites confluirá con diversas movilizaciones organizadas desde Catalunya Nord y el País Valencià -a las que se sumarán actos en el resto de los Països Catalans y en más de 80 ciudades de todo el mundo-.

Los esfuerzos de la Assemblea en las semanas previas a la Diada se centran en dos frentes: los ensayos parciales de la cadena -este mismo fin de semana se realizaron cadenas en los Pirineos, en Girona y en Mataró, entre otros- y sobre todo, la llamada a llenar los tramos en el sur del Principat, especialmente en las Terres de l'Ebre, donde hay varios trechos todavía sin cubrir. La poca densidad de población de la zona, unida a su lejanía de ciudades como Barcelona o incluso Tarragona, hacen de este territorio el principal reto al que se enfrenta la ANC para completar una cadena que pasará por 86 municipios.

Si lo consiguen, como es previsible, pocas dudas quedarán sobre el éxito de la convocatoria y sobre el nítido mensaje que se enviará al mundo. Y entonces, igual que el año pasado, la polémica sobre el lema no será más que una anécdota rápidamente olvidada por la urgencia de reaccionar a tamaña movilización.

Hace doce meses, la manifestación desembocó en la inmediata convocatoria de elecciones anticipadas. ¿Qué cabrá esperar este año?

LEMA CLARO

El lema escogido para la cadena humana del próximo 11 de setiembre es claro e inequívoco: «Via Catalana cap a la Independéncia». Al igual que en la histórica movilización del pasado año se ha generado una polémica difícil de entender.

Asistencia de cargos

Otro de los frentes abiertos es el de la participación de cargos públicos, a los que ACN ha pedido que estén presentes. Queda pendiente la participación o no del President, Artur Mas, que todavía no ha hecho pública su decisión.

400 kilómetros

La ANC está centrada en el reto logístico de organizar una cadena humana de más de 400 kilómetros de largo, de norte a sur del Principat, en cuyos límites confluirá con movilizaciones organizadas desde Catalunya Nord y País Valencià.

Un 11 de setiembre para todos los gustos y tendencias

Además de la cadena humana convocada por la ANC y los actos protocolarios de turno, la Diada del 11 de setiembre ofrece convocatorias para todos los gustos, entre las que destaca la tradicional manifestación de la Esquerra Independentista, único sector que ha mantenido una movilización popular durante la Diada a lo largo de las últimas décadas. Este año la CUP también convoca a participar en la cadena humana, que será hacia las 17.00, por lo que la manifestación se celebrará a partir de las 18.30.

Pero la diversidad es mucho mayor. La iniciativa Procés Constituent, impulsada por Arcadi Oliveres y la monja Teresa Forcades, también ha convocado su particular cadena humana, con la que tratarán de rodear la sede de Caixabank. Finalmente, hasta los unionistas se movilizarán por primera vez el 11 de setiembre, convocados a la misma hora que la cadena humana por el movimiento 12 de Octubre en la Sagrada Familia, un lugar por el que precisamente también transcurre la cadena convocada por la ANC. El lema de su convocatoria es bien claro: «Rompamos las cadenas». B. ZALDUA

ENSAYOS

Durante el fin de semana se han realizado ensayos parciales en Pirineos, Girona y Mataró, entre otros. Llaman a llenar tramos de la cadena en el sur del Principat, especialmente en Terres de l'Ebre, donde hay varios trechos aún sin cubrir.

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