La prensa de la derechona esperaba la «inevitable» intervención militar en Siria, pero se mostraba de acuerdo en esperar a la conclusión de la investigación de la ONU.

A «Abc», que en su editorial pedía «Prudencia, firmeza y precisión en Siria», aseguraba que «el enésimo intento de forjar una resolución en el Consejo de Seguridad se encontrará probablemente con el injustificado veto de Rusia y China, a pesar de que toda la comunidad internacional está de acuerdo en que el uso de armas de destrucción masiva debe ser castigado, o de lo contrario la paz mundial volvería a estar amenazada por este tipo de prácticas siniestras». De momento, las mayores amenazas a la paz mundial de los últimos años han sido precisamente intervenciones como la que pretenden llevar a cabo en Siria.

«El Mundo» decía en su editorial que Obama «tiene que esperar al informe de la ONU», y le parecía inexplicable que Obama «tenga ahora tanta prisa». Quizá sea porque leyó el editorial de «El Mundo» del pasado martes, en el que abogaba por la intervención de EEUU en Siria, «incluso sin mandato de la ONU» y hasta planeaba el ataque.

En «La Razón», sin embargo, aparecían dos voces discordantes con ese deseo de bombardear países. Una era la de César Vidal, quien se mostraba abiertamente contrario a la intervención en Siria, pero no se asusten, pues la razón de su oposición no es quien se va a llevar la peor parte de la intervención, a saber, la población siria, sino la posibilidad de que, como en Egipto, se abra «la puerta a movimientos islamistas que son mucho peores». Y su gran preocupación era que si se castigase a Siria, después habría que invadir Cuba, China, Corea del Norte, «por no hablar de casi todos los países islámicos». ¿Incluida Arabia Saudí? Pero no lo ve viable, porque «ese conflicto infinito deberán capitanearlo unos Estados Unidos más que endeudados por las intervenciones en Irak y Afganistán», y «empujaríamos a la mayor democracia del mundo hacia la quiebra con todas sus consecuencias». Ah, bueno, si es por eso...

La segunda opinión contraria en ese diario era la de Alfonso Ussía, quien vaticinaba que «Habrá muertos, habrá víctimas civiles, caerá Assad y otro tipo tan malvado como Assad tomará el poder hasta que los occidentales nos apercibamos de que por allí, muy poco tenemos que hacer, excepto defender a la única democracia y Estado de Derecho de la zona. Israel». Por si no estaba clara su concepción de democracia.