comienza el curso político
Barcina promete «humildad» para seguir y ofrece una reforma fiscal
La presidenta del Gobierno navarro y UPN, Yolanda Barcina, abre el curso muy tocada por el escándalo de la CAN y su minoría parlamentaria. Así las cosas, reivindica su «honradez», pide perdón y habla de «humildad». En cuanto a la gestión, se apunta también a una reforma fiscal.
GARA | IRUÑEA
La localidad ribera de Cadreita volvió a ser la elegida por UPN para abrir curso. Yolanda Barcina, su presidenta, utilizó un tono muy bajo tras un periodo que calificó como «duro» y que la ha dejado en cotas muy bajas. Destacó que «hemos superado con éxito unas elecciones, una moción de censura, un complicado congreso interno y un proceso judicial», si bien este último no está cerrado, solo en la parte que afecta a las dietas [ver página 12]. Tras todo ello, ahora propone un «relanzamiento» de UPN a través de consensos.
Alejada de su tono habitual, Barcina se mostró autocrítica. Apuntó que ha pedido perdón por cuestiones como las enormes dietas cobradas en Caja Navarra y que debe aprender «esa lección con humildad». También indicó que es consciente de que no ha estado «en todo momento a la altura de las circunstancias» y que por esa razón en Nafarroa «hemos perdido mucha credibilidad».
En esa regeneración con la que pretende llegar hasta el final de la legislatura -ha pasado solo la mitad- sin un adelanto electoral, Yolanda Barcina afirma que buscará acuerdos parlamentarios a toda costa y que recurrirá a «la austeridad, la transparencia, la ejemplaridad y la imaginación y el esfuerzo para compensar la escasez».
Como botón de muestra, habló de impulsar una «reforma fiscal integral», al estilo de lo que han hecho otras instituciones vascas, comenzando por la de Gipuzkoa, aunque sin concretar su alcance. Hasta el momento UPN se había mostrado reacia a una política de aumento de ingreso a través de más presión sobre las rentas altas.
El inicio de curso se ha visto marcado en Nafarroa por la irrupción del líder del PSN, Roberto Jiménez, con una carta pública en la que afirma que son necesarias elecciones, aunque él mismo impidió su convocatoria al rechazar la moción de censura votada en abril. En realidad, se limita a pedir a Barcina que convoque elecciones, aunque lo hace de modo más claro que nunca: «Solo hay una salida posible: abrir las compuertas y que corra el agua -dice en la misiva-. Hay que dar la palabra a los navarros. Es preciso convocar elecciones. Cuanto antes». Barcina ni siquiera lo citó en su intervención en Cadreita.
Los portavoces de Bildu y Aralar-NaBai no dieron credibilidad alguna a la posición de Jiménez. Bakartxo Ruiz y Patxi Zabaleta confluyeron en una rueda de prensa junto al nuevo europarlamentario Iñaki Irazabalbeitia, en la que este se comprometió a defender en Estrasburgo los intereses navarros.
Para Zabaleta, Jiménez no hace «ninguna propuesta concreta» para la necesaria constitución de un nuevo gobierno alternativo, «ya que es público y notorio que Yolanda Barcina se ha negado una y otra vez a adelantar las elecciones. La segunda contradicción -apuntó Zabaleta- es que Barcina es presidenta del Gobierno de Navarra con los votos del PSN y entre ellos el de Roberto Jiménez, y sigue como presidenta con esos mismos votos». Por tanto, «dice lo contrario de lo que hace».
Por su parte, Bakartxo Ruiz (Bildu) manifestó que las reflexiones de Jiménez son un «intento de tomar el pelo a la ciudadanía. Exigir elecciones anticipadas, exigir que se dé la voz y la palabra a la ciudadanía cuando no se hace nada por hacer esa petición efectiva es algo grave». Lo tildó directamente de «cantos de sirena».