Iker Bizkarguenaga | Kazetaria
Resistir es vencer
Era mayo de 2009 cuando en el pabellón Anaitasuna Arnaldo Otegi dijo una frase de esas que se recuerdan aun cuando pasan los años: ¨la izquierda abertzale no nació para resistir, ni siquiera para responder, nació para ganar y vamos a ganar¨. Unos meses antes, en la conferencia celebrada en el Kursaal con motivo del décimo aniversario de GARA, ya había advertido de la necesidad de llevar el conflicto a parámetros en los que este pueblo es más fuerte que sus adversarios. Y unos meses más tarde fue arrestado junto a varios compañeros y compañeras por intentar hacer eso mismo. Rubalcaba, sin embargo, llegó tarde, cuando el independentismo vasco ya transitaba hacia un nuevo marco de respuesta a la imposición violenta del Estado.
Dicen que del enemigo el consejo, y cuatro años más tarde, un Mariano Rajoy huérfano de referencias -paradójicamente en el Estado no abundan los estadistas- parece haber hecho suya la frase del líder preso. Solo que cambiando la forma de cocinar los ingredientes. Y es que el compostelano ha concluido que, en su caso, resistir es vencer. En los dos años escasos que lleva residiendo en la Moncloa le ha llovido de todo, imposible enumerar los enanos que le han crecido en este tiempo. Sin embargo, el presidente del PP cree que si hace caso omiso a todas las bombas que le explotan alrededor y culmina la legislatura, cosa nada difícil con mayoría absoluta, volverá a alzarse con la victoria.
Tanto Otegi como Rajoy confían en sus respectivos pueblos. Uno, en la capacidad de organización y lucha del vasco; el otro, en la apatía generalizada y anquilosamiento del español.
Para cerrar el círculo volvemos a Iruñea, donde Otegi hizo su histórica disertación y Yolanda Barcina sigue el ejemplo de Rajoy. No se va ni con agua hirviendo. No tiene mayoría absoluta, pero con el PSN en la partida, como si la tuviera. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre en el Estado español, en Nafarroa sí hay alternativa, y para la presidenta de Unión del Pueblo Navarro resistir solo significa aplazar lo inevitable. En este caso ella no confía en su pueblo y su pueblo no puede confiar en ella. Cuanto más se resista más irresistible se presentará el cambio.