TAMBORES DE GUERRA EN SIRIA
Obama confirma el ataque a Siria sin concretar fecha
El presidente de EEUU trata de recuperar el control de los tiempos tras el revés del desmarque británico. En una alocución al país, Barack Obama confirmó oficialmente que atacará a Siria, tras pedir la autorización del Congreso, en cualquier momento, «hoy, en una semana o en un mes». Siria suma otra guerra, de nervios.
Dabid LAZKANOITURBURU
El presidente de EEUU, Barack Obama, confirmó por primera vez y oficialmente que ha tomado la decisión de atacar al Gobierno sirio. En una alocución desde la Casa Blanca, Obama señaló que «estamos preparados para atacar cuando lo decidamos, mañana (por hoy), dentro de una semana o de un mes».
El inquilino de la Casa Blanca anunció, eso sí, que pedirá la autorización al Congreso -tal y como le han pedido varios representantes tanto demócratas como republicanos-. El Congreso tiene previsto reanudar sus sesiones el 9 de setiembre, pero no se descarta su adelanto por convocatoria de urgencia. Lo que Obama no dejó claro es si llevará a cabo su ataque incluso si el Congreso no lo autoriza.
El anuncio despeja las pocas dudas que podían quedar sobre los planes militares de EEUU, pero deja en el aire la fecha. Todo apunta a que Obama trata así de recuperar la iniciativa tras el revés sufrido por la derrota de su aliado británico, David Cameron, en el Parlamento.
Además, y con su gesto hacia el Congreso, intenta sortear, siquiera mediáticamente, que sus planes no cuentan con el único aval legal para un ataque de este tipo, el del Consejo de Seguridad, donde tanto Rusia como China mantienen su veto.
La ONU, que recibió en La Haya a la misión de inspectores que ha investigado in situ la denuncia sobre un ataque químico del Ejército sirio en el barrio de Ghuta Oriental, extrarradio de Damasco, confirmó ayer que no hará público informe preliminar alguno antes de culminar los análisis de laboratorio. Prometió, eso sí, un análisis «imparcial y creíble».
El Gobierno sirio intentó, sin éxito, que permanecieran en el país para investigar denuncias de ataques químicos «rebeldes».
Un día después de que asegurara -sin mostrarlas- que sus servicios de Inteligencia contarían con «pruebas» de que el Gobierno sirio organizó y dirigió el ataque, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, y el secretario de Defensa, Chuck Hagel, tenían previsto entregar ayer a senadores demócratas y republicanos sus informes sobre el preunto uso de armas químicas e informarles de sus planes en torno a un ataque militar «limitado».
Confirmado que habrá ataque, los expertos militares estadounidenses avanzan ya que Siria será el escenario en el que el Pentágono estrenará las últimas adquisiciones en su arsenal. Comprobada la «eficacia» de sus misiles guiados, sus «bombas inteligentes» (contradicción terminológica) y sus aviones no tripulados o drones en Somalia, Yemen o Afganistán, los expertos militares estadounidenses destacan la «oportunidad« de probar, por primera vez «en combate», algunos de los 200 cazas F-22, que han supuesto 67.000 millones de dólares para las arcas de la industria militar. «Siria no es Libia (...) Sus sistemas de defensa son mejores. El uso del F-22 para suprimir esas amenazas podría ser una buena idea», señaló sin despeinarse Mark Gunzinger, del Centro para Evaluaciones Estratégicas y Presupuestarias.
Dando por hecho que el anunciado ataque será «quirúrgico» -otro sinsentido terminológico- y durará dos o tres días, la cumbre del G20 en Rusia, que arranca el jueves, no parece el escenario adecuado para que Obama acuda en plena campaña de bombardeos, con lo que el calendario se estrecha, o se ensancha, todavía más.
El anfitrión de esa cita y presidente ruso, Vladimir Putin, puso el acento en el hecho, incontestable, de que EEUU no ha presentado prueba concluyente alguna de su acusación.
Putin insistió en su convicción de que acusar a su aliado sirio de haber empleado armas químicas «es una tontería inmunda» y apeló, irónico, a Obama como premio Nobel de la Paz para que «antes de emplear la fuerza en Siria piense en las víctimas civiles». Rechazó que el presidente de EEUU apele a las víctimas para justificar su ataque, pero sorprende, siguiendo su biografía, que Putin se acuerde ahora de ellas.
Dudas y críticas francesas
En una entrevista que un diario francés publicará hoy, el líder de la oposición de derecha francesa (UMP), Jean-François Copé, previene al presidente, François Hollande, «contra un cierto seguidismo» de EEUU en la crisis siria y le insta a esperar a las conclusiones de la ONU. Según un sondeo, el 64% de los franceses se opone a una intervención
El primer ministro sirio, Waël al-Halqi, aseguró ayer que el Ejército sirio «está preparado, con el dedo en el gatillo», para repeler ataque. Un mando militar aseguró que «esperamos un ataque en cualquier momento».
El botón lo tiene Obama. Y lo pulsará cuando quiera. Es la guerra de nervios.
El Ejército israelí ha reforzado sus tropas en los ocupados Altos del Golán y ayer realizó vuelos sobre el sur de Líbano en previsión de una posible represalia desde esa zona a un eventual ataque de EEUU y sus aliados contra Siria, según informaron medios libaneses.
El FBI ha incrementado sus niveles de vigilancia y alerta por el temor a que un posible ataque militar estadounidense en Siria conduzca a atentados o ataques cibernéticos de respuesta contra EEUU o sus aliados e intereses en el extranjero, indicó «The New York Times».
Rusia cumple con todos los contratos de suministros de armas firmados con Siria, pero retrasa los plazos de entrega por los cada vez más acuciantes problemas financieros de Damasco, según «Kommersant». Estos retrasos afectan al suministro de doce cazas MiG-29M/M2.
El primer ministro británico, David Cameron, cuyo país se descolgó de la alianza formada por EEUU y el Estado francés para atacar Siria, está enfrentado ahora a la difícil tarea de restablecer su autoridad en el ámbito interno de su país después de la histórica derrota política sufrida en el Parlamento el jueves. Un fracaso que, según «The Times», no debe ser interpretado como una victoria del líder de la oposición, el laborista Ed Miliband y que tampoco pone en duda la continuidad del actual inquilino de Downing Street.
Medios locales predicen una próxima remodelación ministerial tras el veto parlamentario a un eventual ataque sin mandato de la ONU, una inaudita afrenta a una acción militar propuesta por el Gobierno en más de 230 años.
Cameron fue desairado por treinta diputados de su partido y , afrenta suplementaria, diez miembros de su Gobierno de coalición no participaron en la crucial votación en la Cámara de los Comunes convocada de urgencia. La ministra de Desarrollo Internacional, Justine Greening, y el secretario de Estado para Asuntos Exteriores Marco Simmonds, dijeron no haber oído la campana que llamaba a votar.
Según «Daily Telegraph», cercano a los tories, ambos podrían pagar su error en una probable remodelación en los próximos días, junto a varios miembros del Gobierno que no interrumpieron sus vacaciones pese a la convocatoria de Cameron. Coincide con el diario de tendencia laborista «Daily Mirror» en que George Young, encargado de hacer respetar la disciplina del partido a los conservadores, también es cuestionado.
«Humillación», «catástrofe»: los diarios no ahorran duras palabras para describir la peor derrota conocida por Cameron en sus tres años en el poder.
Un fracaso resultante de una apuesta arriesgada del premier, que deseoso de actuar rápidamente no tomó en cuenta las reticencias de la opinión pública y de los diputados, incluidos los suyos, frente a un ataque contra Siria, ya que su país sigue marcado por el recuerdo de la guerra de Irak a la que le llevó Tony Blair en 2003 en base a la supuesta existencia de armas de destrucción masiva, una acusación que resultó ser falsa. GARA
