Javi Gracia protagonizó su primer entrenamiento como entrenador de Osasuna, una sesión marcada por el énfasis en la circulación del balón y el posicionamiento de la línea defensiva. Dos aspectos en los que va a incidir el técnico txantrearra, al que le gusta que sus equipos sean «equilibrados y ordenados, vivos en las transiciones y valientes en ataque», explicó durante su presentación oficial ante los medios en la sala de prensa de Tajonar.

Dejando claro que sus opiniones a partir de ahora no deben interpretarse como un ataque a la labor del anterior técnico, José Luis Mendilibar, «al que tengo en gran estima personal y profesional», sí que reivindicó la necesidad de «recuperar físicamente al equipo y darle un empujón anímico», de ahí que vaya a aprovechar estas jornadas de parón liguero para intensificar la relación con sus pupilos porque «hay que trabajar el aspecto físico y táctico».

Flanqueado por el presidente del club, Miguel Archanco, que le pidió que «sea valiente para atreverse a jugar con gente joven», el nuevo míster rojillo se mostró «orgulloso» por dirigir al equipo «de mi tierra», en lo que consideró «un reto profesional que acepto y al que trataré de corresponder con mucho compromiso, trabajo, dedicación y valentía».

Gracia, que desveló que entre los cinco y los diez años jugó bajo la disciplina rojilla, reconoció que su idea inicial es la de poner en práctica un «juego creativo y combinativo», pero que es consciente de las «limitaciones y virtudes» de su equipo, por lo que no le dolerán prendas si tiene que ser práctico y «trabajar en función de las características de tus jugadores, te guste más o menos, hay que adaptarse».

Cantera y afición

Entre esas virtudes, mencionó la «predisposición» que ha encontrado en el vestuario rojillo, no importándole que lo haya visto dolido por la destitución del anterior preparador «porque eso habla muy bien de sus valores en cuanto a honestidad e identidad». En todo caso, y aun a riesgo de parecer «atrevido», aseguró que ve a la escuadra navarra ahora mismo «por debajo de sus posibilidades».

Interpelado por el guante lanzado sobre una mayor utilización de la cantera, especificó que tanto ese aspecto como la afición son las dos principales características del club rojillo. «La cantera debe ser presente y futuro, hay que dar pasos para los jóvenes que vengan pegando a la puerta, pero también tenemos que realizar un trabajo que ilusione a la afición. Hace ya unos cuantos años, cuando veía los partidos junto a la txaranga de Marcilla, El Sadar vibraba y eso es lo que tenemos que conseguir, que el equipo dé razones para ello y, sinceramente, creo que se necesita poco».