Los HM libios podrían dejar caer al Gobierno por su guiño a los golpistas egipcios
Los Hermanos Musulmanes libios han amenazado con salir del Gobierno libio por sus escarceos con los golpistas egipcios y por su incapacidad para hacer frente a la inseguridad y al desplome de la producción petrolera. Ayer se registró un nuevo atentado en Bengasi.
GARA | TRÍPOLI
Los Hermanos Musulmanes (HM) libios han amenazado con retirar a sus ministros del Gobierno por la visita que el primer ministro, el liberal Ali Zeidan, realizó la semana pasada a Egipto, donde fue recibido por el general golpista Al-Sissi.
El Partido por la Justicia y la Construcción (PJC), brazo político de la Cofradía, ha calificado la visita de «reconocimiento indisimulado del golpe de Estado y de sus instigadores, que han cometido crímenes y violaciones de los derechos humanos», en referencia a las masacres contra sus hermanos egipcios. El PJC acusa a Zeidan de buscar en Egipto el apuntalamiento de su poder que no consigue en el país, con el desplome de la producción petrolera, la inseguridad y la corrupción.
Ali Zeidan respondió a las críticas acusando a los HM de ser hostiles a su Gobierno, que aceptaron «a regañadientes». Los islamistas ocupan los ministerios de Petróleo, Electricidad, Vivienda, Juventud y Economía.
El viceprimer ministro Awadh al-Barassi, miembro del PJC, dimitió a principios de agosto tras denunciar las «disfuncionalidades» del Ejecutivo.
El jefe del partido islamista, Mohamed Sawan, fue más allá y reprochó a Ali Zaidan que, más allá de su controvertido viaje a Egipto, «ha fracasado a la hora de restablecer la seguridad y poner en marcha una Policía y un Ejército profesionales».
El Ejecutivo se enfrenta a una caída sin precedentes de la producción de petróleo, que representa cerca de un 90% del PIB libio, y que está actualmente en niveles de menos de 100.000 barriles diarios, frente a la media de 1,5 o 1,6 millones durante la era Gadafi.
Los servicios públicos se han deteriorado, los vecinos de la capital, Trípoli, sufren cortes cada vez más frecuentes de luz y agua y afrontan un incremento de la criminalidad.
En la oriental Bengasi, los ataques contra las Fuerzas de Seguridad centrales y contra intereses occidentales son habituales.
Aniversario con bomba
Un coche-bomba explotó ayer en un edificio del Ministerio de Exterior y que albergó históricamente el consultado estadounidense en Bengasi.
Los analistas lo consideran un mensaje de aviso a las legaciones diplomáticas occidentales en la ciudad, escenario hace ayer un año del ataque contra el nuevo consulado de EEUU y que acabó con el linchamiento del embajador y de tres «guardaespaldas». La Casa Blanca les rindió ayer un homenaje público en Washington.
Hace justo un año, el consulado de EEUU en Bengasi fue atacado por un nutrido grupo de milicianos. El embajador y tres «guardaespaldas» fueron linchados. Los republicanos acusaron a Obama de minimizar el alcance del ataque en plena campaña para su reelección.
Amnistía Internacional ha acusado al Gobierno libio de utilizar las mismas leyes del derrocado Gadafi para reprimir a los disidentes, como es el caso del Moad al-Hnesh, un ingeniero que podría ser condenado a cadena perpetua por oponerse en 2011 a los ataques militares de la OTAN.