Seis soldados murieron y 17 resultaron heridos en sendos atentados suicidas con coche bomba en Rafah, localidad partida en dos entre Egipto y Gaza, en la Península del Sinaí.

Un kamikaze empotró una camioneta bomba a primera hora contra un muro del complejo de la Inteligencia militar egipcia en Rafah. La explosión destruyó el muro y un edificio de dos plantas en el interior del recinto.

Poco después, en una zona cercana, otro kamikaze hizo chocar el coche bomba que conducía contra un vehículo blindado del Ejército en un puesto de control de la misma población.

Tras el doble atentado, se registraron varias explosiones por el impacto de proyectiles de mortero en Rafah. El Ejército ha elevado el nivel de alerta en el Sinaí y ha cerrado las carreteras principales de la península.

El paso de Rafah, entre Gaza y Egipto, ha sido clausurado en ambos lados la frontera.

Los ataques yihadistas contra el Ejército egipcio, endémicos en una región poblada mayoritariamente por beduinos y olvidada por El Cairo, han aumentado tras el golpe de Estado que derrocó al primer presidente democráticamente elegido en Egipto, el islamista Mohamed Morsi. El 19 de agosto, 25 policías murieron en una emboscada.

El sábado pasado, el Ejército lanzó una gran operación en el Sinaí que se ha saldado con decenas de muertos en bombardeos, «terroristas» según el recuento del Gobierno golpista.