«Las dos personas más importantes de Lituania son su primer ministro y el seleccionador del equipo de baloncesto». Los comentaristas de la emisora de televisión de la FIBA aclaraban en una frase lo vital que resulta el baloncesto para este pequeño país báltico.

Campeona de Europa en 2003, no vive sus mejores días la selección de Lituania. Le falta un base en condiciones y precisa que vuelvan los aleros que anoten con regularidad. Leyendas como Kurtinaitis o Marciulionis han denunciado que las escuelas de baloncesto de su país han exagerado el acento en el desarrollo físico en detrimento de la técnica, sobre todo en los fundamentos de bote y tiro. Pero aún queda el orgullo y también la calidad de varios de sus jugadores, como Kleiza, Valanciunas o el ex de Bilbao Basket, Reinaldas Seibutis.

LITUANIA-FRANCIA (76-62). Parker tuvo un día tirando a gris, y de entre sus lugartenientes solo De Colo dio la cara. Francia planteó ese juego físico que le caracteriza, pero no calibró que a Lituania le gusta moverse en esos parámetros. Los triples bálticos no entraban y además la selección bleu se hinchara a taponar sus penetraciones suicidas. Pero la agresividad de su juego le daba una leve renta al descanso: 42-37.

Pero para que Lituania ganara hacía falta que sus triples entraran. Seibutis enseñó el camino, y lo que fue un 0 de 9 en la primera mitad se convirtió en un 5 de 10 en la segunda, con Kleiza -que va claramente a más- clavándolas para abrir una brecha entre siete y 10 puntos. La entrada de Javtokas dio aire para las penetraciones lituanas, amén de que dio un par de buenas canastas. Valanciunas volvió y, junto a Seibutis -máximo anotador con 15 puntos-, remató a la selección gala dominando bajo el aro en los últimos minutos.

LETONIA-UCRANIA (85-51). Ucrania decepcionó profundamente en el primer encuentro de esta segunda fase. Letonia, que pasaba sin triunfos tras haber perdido ante Serbia y Lituania, saltó a la cancha sin ningún complejo y dispuesto a pasar por encima de un rival que se lo permitió desde el inicio. Parecía que los ucranios se hubieran quedado conformes con su buena primera fase.

Un análisis puramente numérico indicaría que Letonia, que ya cobró ventaja yéndose 24-11 al final del primer cuarto, rompió el partido gracias a su acierto: 19 de 29 en tiros de dos y el escalofriante 15 de 29 en triples, con un infalible Janicenoks -capaz de atinar sus cuatro lanzamientos por detrás de la línea de 6,75 metros-. Es cierto que Ucrania respondió a esa carta de tiro con porcentajes muy menores -15 de 45 en tiros de dos y 3 de 16 en triples-, pero la verdadera diferencia estuvo en la intensidad defensiva. Los letones sumaron hasta 18 asistencias -7 de ellas de la mano del bilbaino Dairis Bertans-, por 7 de Ucrania, a base de circular el balón con fluidez en sistemas sencillos. Un simple bloqueo directo central -el celebérrimo pick'n roll- ya desajustaba a los entrenados por Mike Fratello, que o bien concedían canastas facilísimas debajo del aro, o llegaban tarde a la posterior circulación, que metía y sacaba el balón de las inmediaciones del aro con pasmosa facilidad, de forma que los ganadores casi siempre lanzaban libres de marca.

Si el choque parecía ya decidido con el 42-22 de la media parte, el tercer período fue el remate. Meiers, el mejor socio de Bertans, se puso las botas a base de bloquear y cortar hacia el aro, o mediante segundos esfuerzos tras rebote -sumó 11 puntos y 10 rebotes-, de forma que la renta letona no tardaría en llegar a la treintena, cerrando el tercer parcial (23-10 -64-33 en el luminoso-), con Kuksiks y Janicenoks anotando a placer.

BÉLGICA-SERBIA (69-76). La selección serbia debió sudar para imponer la lógica de equipo superior ante un adversario que peleó hasta el final y cuya continuidad en el Eurobasket pende de un hilo. Con una tozuda defensa en zona 2-3 y acierto en el triple, Bélgica se adelantaba 15-8 en el primer cuarto y obligaba a Dusan Ivkovic a buscar las soluciones en su banquillo. Stefan Markovic le sio los primeros puntos y además, cierta fluidez en el movimiento de balón, de forma que Serbia fue entrando en calor y remontando ante un rival que abusaba de las situaciones exteriores -no solo los triples-, y que además pagaba muy caro cada fallo en el tiro, porque le costaba un mundo agarrar rebotes en ataque. De hecho, Serbia pudo irse al descanso con un marcador favorable de 36-40 gracias a los rebotes ofensivos que Bogdanovic y Kalinic capturaban, aparte de por forzar muchos más tiros libres que su rival.

Los belgas volvieron a meter el miedo en el cuerpo en el tercer cuarto. Solo Nenad Krstic -17 puntos- lograba anotar, de forma que Bélgica volteaba el marcador hasta situarse 51-48, con Mukubu y Beghin liderando la anotación centroeuropea. Pero Serbia apretó atrás y sometió a su rival a un parcial de 1-13 a la postre clave. De la mano de Van Rossom y Hervelle, Bélgica se arrimó 63-65 y 67-70, pero primero Stefan Markovic -15 tantos- y Bojan Bogdanovic después consiguieron asegurar el triunfo para la selección plavi.