A las seis de esta tarde se sabrá si las encuestas, que por primera vez se han realizado hasta el último día de la campaña electoral, han acertado, con su margen de error habitual del 2%. Los medios de comunicación explicaron su cambio en la tradición de no publicar sondeo alguno en la semana previa a las elecciones en que cada vez son más los votantes que deciden su opción en el último momento. De ellos dependerá, ante todo, que la euroescéptica Alternativa para Alemania (AfD) logre superar el límite del 5%. Las encuestas auguran que van a tener al menos 4 puntos fijos con la probabilidad de recibir hasta otros dos más procedentes de los indecisos.

A la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Angela Merkel y al Partido Liberal Demócrata (FDP), que forman el actual bipartido, les auguran el 39,5% y el 5,5%, respectivamente. El Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) podría recibir en torno a27 puntos, mientras que su socio preferente, el ecologista Los Verdes, lograría entre 9 y 10 puntos. Tres sondeos coinciden en que el partido Die Linke (La Izquierda) obtendrá el 9% de los sufragios.

El resultado final dependerá también de la participación que hace cuatro años volvió a batir un nuevo récord a la baja con un 72%.

En el caso de que la actual coalición que lidera Angela Merkel no logre la mayoría absoluta de los escaños, la opción más probable es que la canciller forme Gobierno con el SPD porque socialdemócratas y Verdes han rechazado formar un tripartito con Die Linke o contar con su apoyo para poder gobernar en minoría. Es poco probable que estas dos formaciones modifiquen su postura porque los socialdemócratas ya lo hicieron una vez en Hesse de manera sorpresiva y les salió mal.

En su última intervención en esta campaña electoral, la jefa de Gobierno marcó distancias a la AfD al tiempo que ponía condiciones a una coalición con el SPD. «La estabilización del euro no solo es una cosa buena para Europa, sino que también es de interés fundamental para Alemania», fue su mensaje para los euroescépticos, a los que no citó por su nombre. La AfD opina que Alemania no necesita el euro y que algunos países en crisis deberían dejar la moneda única. «Ella garantiza nuestro bienestar y nuestros puestos de trabajo», subrayó la presidenta de la CDU. Respecto a la posible coalición con el SPD marcó dos puntos claves: su oposición a socializar las deudas de los países en crisis a través de los eurobonos y su negativa a subir los impuestos, tal y como reclaman socialdemócratas y Verdes.

En las elecciones regionales de Hesse hoy se decidirá también si la CDU y el FDP pierden otro estado federal o logran mantenerlo. Estos comicios tienen importancia, porque definen la fuerza de Merkel en la segunda Cámara del Parlamento.