Iratxe FRESNEDA | Periodista y profesora de Comunicación Audiovisual
Kimuak y el corto
Son dieciséis años. Se escriben rápido y pasan demasiado deprisa. Dieciséis años en los que el proyecto Kimuak, que difunde los trabajos en corto de cineastas vascos, se consolida, se mantiene y continúa creyendo en el «formato pequeño», en los relatos audiovisuales que no tienen, en la mayoría de las ocasiones, intención de ser vistos como posibles largometrajes.
El tamaño no importa en este caso. Cada historia pide su tiempo, su forma, y es ahí donde debiera iniciarse el juego, dejándole la puerta abierta a la libertad creativa. Desgraciadamente, la realidad del mundo del cortometraje y la del cine en general son bien distintas y se guían por multitud de parámetros que en nada tienen que ver con la idea de lo «artístico». Y sus tiempos son diferentes, también los que se imponen en las salas.
Recuerdo que cuando era niña, antes de la proyección de un largometraje, se exhibía un corto. Me fascinaban esas «historias pequeñas» y después me era difícil olvidarlas cuando comenzaba «la película». Echo de menos aquellos tiempos y echo de más éstos en los que los tráilers llenan de spoilers la gran pantalla para desnudarme historias que aún no he podido ver. Lo que sí pude comprobar ayer es que el proyecto Kimuak, a pesar de lo complicado que es seleccionar, ha realizado un interesante catálogo, variado, dando protagonismo al trabajo bien hecho, a películas ambiciosas, a historias que brillan por su interés y a la calidad artística de las obras. Zorionak.