LA FINANCIACIÓN DE LAS INFRAESTRUCTURAS
El «peaje en sombra» de la A-12 de Sanz costará a cada navarro 1.780 euros
La agresividad de UPN contra la propuesta de financiación de carreteras de Bildu en Gipuzkoa contrasta con las tres cabinas de pago en su tramo de la A-15 y con el coste de la Iruñea-Logroño, cuestionado por Comptos.
Ramón SOLA | IRUÑEA
El Gobierno navarro (UPN) ha adoptado una posición frontalmente opuesta al plan de financiación de carreteras presentado por la Diputación de Gipuzkoa (Bildu), acuciada por el agujero de Bidegi. El rechazo del consejero de Obras Públicas, Luis Zarraluqui, a cualquier nuevo peaje en la parte guipuzcoana de carreteras como la A-15 sorprende de entrada, en la medida en que en la vertiente navarra de la misma vía hay hasta tres puntos de pago obligado. Pero más llamativo aún -y también menos conocido- resulta el coste que está teniendo para cada ciudadano navarro la autovía Iruñea-Logroño, promovida por Miguel Sanz bajo la fórmula del «peaje en sombra».
La denominación es rebuscada, pero el procedimiento resulta simple. Una iniciativa privada se encarga de construir la infraestructura corriendo con todos los gastos y asumiendo la gestión durante un extenso periodo de tiempo (3o años en el caso de esta A-12 o Autovía del Camino, lo que la convierte en la concesión más larga de este tipo en todo el Estado). Durante ese plazo, la administración pública respectiva (el Gobierno navarro) va abonando un canon anual que en esta A-12 depende del flujo de vehículos. No hay cabinas, por tanto, pero eso no quiere decir que la autovía sea gratis. Ni mucho menos.
Debates ideológicos al margen, en términos económicos es ese canon el que define la idoneidad o no de la fórmula. La Cámara de Comptos reflejó ya en 2007 que iba a resultar muy onerosa para las arcas navarras. Calculó que para 2032, año en que concluye la concesión y entonces sí será suya, el Gobierno navarro habrá tenido que pagar por la autovía no menos de 1.157 millones de euros, bastante más del triple del coste de construcción (334 millones de euros).
Hasta ese 2032, la A-12 pertenece a una sociedad llamada Autovía del Camino y básicamente de capital alemán. El 80% es de un fondo de inversión del Deutsche Bank llamado Infraestructure Panther. Caja Navarra (ahora Caixabank), Bankia y FCC se reparten el resto.
Si el cálculo a la baja hecho por Comptos se cumple, cada navarro habrá abonado al final 1.780 euros por esa carretera, promovida como un proyecto muy personal por Miguel Sanz -presidente navarro de 1996 a 2011- y construida a la carrera. Se abrió entre 2004 y 2006.
Solo pagan los navarros
En este ejercicio de 2013, el canon abonado por las arcas navarras a la concesionaria asciende a 38 millones de euros. Por buscar un elemento de comparación, son más que los 31,5 millones destinados por el Gobierno navarro a la renta básica para las personas más desfavorecidas, tras su polémica reforma.
Dicho de otro modo, la autovía le cuesta a la Hacienda navarra en este momento 104.109 euros al día, con la circunstancia agravante de saber que así seguirá siendo día a día durante los próximos veinte años. En conjunto, los tres «peajes en sombra» utilizados por el Gobierno navarro (también financia así partes de la autovía Iruñea-Jaca y del Canal de Navarra, aunque sus costes son menores) vienen a suponer ya cerca del 2% del presupuesto navarro. Dados los constantes recortes en otras áreas, su peso proporcional va creciendo.
La necesidad de renegociar aquella concesión del Gobierno Sanz reaparece periódicamente sobre la mesa. Pero Zarraluqui se cierra en banda. En enero tildó de «broma» que se le trasladara esa demanda. Sostuvo que en su momento el Ejecutivo de UPN escogió «la opción más ventajosa» y añadió que «ya me explicarán cómo se hacen esas magias de abrir una negociación para rebajar el precio y sin que se alarguen los tiempos de la concesión».
Hay que concluir que el consejero sabe que los inversores alemanes no estarían dispuestos a renunciar a un negocio tan rentable. Según estimaciones paralelas a las del informe de Comptos, si Nafarroa hubiera financiado la obra con un crédito al 6% y asumido el mantenimiento directamente, el coste total hubiese ascendido a 758 millones, mucho menos que los 1.157 que prevé Comptos.
Entre el «peaje en sombra» de UPN y el «peaje en sol» de Bildu existen otras diferencias notorias. Mientras en el segundo paga solo el usuario real y se prevén descuentos tanto para los guipuzcoanos como para sus vecinos, la A-12 la pagan solo y sin descuento todos los contribuyentes navarros por igual.
1.780
euros por cabeza le habrá costado a cada navarro la A-12 cuando concluya el pago allá por 2032.
1.157
millones de euros prevé Comptos que pagará finalmente la Administración navarra a la sociedad de capital alemán, por una obra que inicialmente costó 334 millones y por el mantenimiento posterior.
58,4
euros por cabeza le cuesta a cada navarro la A-12 este año, si se divide el canon entre el número de habitantes. Resulta indiferente que circule a diario por ella o que no lo haga nunca.
5,82
euros abona Nafarroa a la concesionaria por cada coche que circula por esta autovía, según el contrato de 2004. Y 7,86 por cada vehículo pesado.
11,30
euros es la tarifa estándar para vehículos en la parte navarra de la A-15. Pagan 2,15 en Zuasti, 3,65 en Tiebas y 5,50 en Marcilla.
138
millones en ayudas ha dado el Gobierno navarro a Audenasa, la concesionaria, de 2003 a 2012 como compensación por los descuentos a usuarios (de 11 a 16 millones al año).
La A-15 es gestionada en la parte navarra por Audenasa, sociedad semipública (el Gobierno tiene el 50%) que ahora preside Miguel Sanz. Mantiene los peajes pese a que sus beneficios anuales han oscilado los últimos años en torno a los ocho millones de euros, según apuntó Bildu en el Parlamento. Sanz admitió que la situación económica de la concesionaria es «francamente dulce», pese a que el tráfico por esa vía ha descendido a causa de la crisis. La afirmación contrasta con el mantenimiento de una ayuda anual directa por parte del Gobierno navarro que en la última década ha superado siempre los diez millones de euros, presentada como compensación por los descuentos a los usuarios. Llama la atención igualmente que Sanz dirija la sociedad, ya que era presidente navarro cuando en 1997 se renovó la concesión a Audenasa nada menos que hasta 2029 y cuando en la última década esa ayuda gubernamental directa ha totalizado 138 millones según Comptos. Aralar-NaBai reclamó su cese por incompatibilidad.