CRíTICA teatro
Un chiste
Carlos GIL
Un chiste muy largo, pero muy bien contado. Una acumulación de ocurrencias que van tejiendo una trama en la que se cruza lo cotidiano con la fantasía. Un texto inane, de estructura eficaz, con todos los trucos de una convención bien asimilada que encuentra en los dos intérpretes el conducto adecuado para dotar de consistencia a una situación que se va estirando hasta llegar al desenlace, la acumulación de tópicos que lo convierten en un chiste.
Jordi Galcerán es la eficacia comercial probada. No hay texto que salga de su ordenador que no se convierta en un éxito de taquilla. Ya no se esfuerza ni en simular acercamiento a la realidad, ni intentar rasgar algo las capas duras de nuestra sociedad, sino que parte de algo tan normal como es la petición de un crédito bancario, para a partir de ahí estructurar en clave de comedia unas peripecias que no llevan a casi ningún lugar que no sea explotar la anécdota, recargarla, colocar a los personajes en situaciones inverosímiles acompañados de gags verbales, de diálogos en ocasiones muy ágiles, pero en otros reiterativos, circulares para redondearlo todo con un desenlace chocante: el chiste final. Un método eficaz.
Un fórmula que encuentra en esta producción un espacio escénico neutro, adecuado por su ligereza, iluminado con eficacia, una dirección limpia y unas interpretaciones cercanas y creíbles. Un cóctel ideal para celebrar el nacimiento de otro éxito comercial. En su estreno oficial, el acompañamiento de risas y aplausos así lo certifica.
Obra: «El crédito». Autor: Jordi Galcerán
Intérpretes: Carlos Hipólito,
Luis Merlo.
Dirección: Gerardo Vera.
Escenografía: Alejandro Andújar
Iluminación: Juan Gómez Cornejo
Fecha y lugar: Teatro Arriaga (Bilbo), 19-09-13