El amor que todo lo cura

«Mon âme par toi guèrie»

Mikel INSAUSTI

Lo último que había hecho François Dupeyron era la comedia comercial “Un regalo para ella”, pero se trataba de un proyecto que su malogrado amigo Claude Berri no había podido terminar. Cabía suponer, por tanto, que, tras el forzoso parentesis, iba a volver a su obra más personal, la que le llevó a ganar la Concha de Oro con “¿Qué es la vida?”. Pues no, “Mon âme par toi guérie” no es un regreso triunfal, ni nada que se le parezca.

No lo puede ser, porque es una película balbuceante y errática, hecha por un cineasta veterano que parece querer desaprender su cine, como si volviera a empezar y buscara un nuevo estilo. Tanto es así que cede buena parte de la iniciativa en la realización al director de fotografía Yves Angelo, dejando que la cámara mande sobre los intérpretes y sus personajes.

Vale que el protagonista esté tocado por la luz y el sol se tenga que reflejar constantemente en el objetivo, pero no por eso el resto del reparto ha de ser visto a contraluz. El montador de sonido también manda más que Dupeyron, o quien haya decidido que un diálogo debe ser acallado en su práctica totalidad por los gritos de una fantasmal Nina Hagen, con una canción que se repite desde el inicio.

Y sí, la amada del curandero se llama Nina, y es la única que no bebe la cerveza oficial de la película, ya que tiene dinero y se emborracha con Pommery. El champán caro no cura las penas, porque los ricos también lloran a causa de los males de amor. Y para eso no hay médico, ni sanador mediante la imposición de manos que valga.


Sección Oficial
Dirección y Guión: François Dupeyron.
Intérpretes: Grégory Gadebois, Céline Sallette, Jean-Pierre Darroussin, Marie Payen.
Fotografía: Yves Angelo.
País: Estado francés. 2013
Duración: 124 min.