81 centésimas de segundo, esa fue la exigua renta que sirvió a Omega Pharma-Quick Step para revalidar en Florencia el título mundial de contrarreloj conseguido el año pasado en Valkenburg, tras 57,2 kilómetros de trabajo. Orica GreenEdge, que ascendió un peldaño en el podio respecto a 2012, fue el que vivió la otra cara de la moneda, al ver que el título se le escapó por menos de un segundo. La medalla de bronce fue para el Sky, liderado por el vencedor el Tour de Francia, Christopher Froome, acompañado una vez más por su escudero Richie Porte.

Las cosas no les fueron demasiado bien a Movistar, que terminó décimo a dos minutos y medio del ganador, mientras que Euskaltel despedirá su andadura profesional sin haber completado una buena crono por equipos y terminó decimoctavo, a casi cuatro minutos.

El final terminó siendo agónico, después de que el equipo australiano lograra remontar una desventaja que llegó a ser de 13 segundos en el primer paso intermedio. La sorpresa saltó en el tercer punto de control, cuando el Orica marcó un tiempo de dos segundos mejor que el OPQS. La igualdad se mantuvo hasta el final y, por menos de un segundo, Martin, Chavanel, Kwiatkowski, Terpstra, Vandewalle y Velits superaron a Impey, Durbridge, Tuft, Lancaster, Mouris y Hepburn, que se quedaron con la miel en los labios.

El RadioShack de Fabian Cancellara solo pudo ser quinto, mientras que BMC, cuarto, fue otro de los grandes derrotados.

Specialized en chicas

Por otro lado, las americanas del conjunto Specialized Lululemon también revalidaron el título de campeonas del mundo en categoría femenina. La medalla de plata fue para las holandesas del Rabo Women comandado por Marianne Vos; mientras que el bronce se lo llevaron las australianas de Orica Ais.