Oinatz Bengoetxea y David Merino tuvieron que realizar todo un ejercicio de resistencia para conseguir su primer punto dentro de Grupo B del torneo de San Mateo, tras superar por 22-18 a Urrutikoetxea-Albisu, en un partido en el que tuvieron que jugar a la contra durante los 80 minutos que duró. Sin concederles apenas opciones para el deleite, la joven pareja de Asegarce obligó al de Leitza y al de Villar de Torre a apretar los dientes y a defenderse de la mayor pegada de sus rivales, a la espera de una serie de errores que fueron la clave de la derrota del de Zaratamo y el de Ataun.

A pesar de que la cátedra les concedió un claro favoritismo, con momios de doble a sencillo a su favor, y de que salvo en el 1-3 y el 5-6 iniciales siempre fueron por delante en el marcador, Oinatz Bengoetxea y David Merino nunca llegaron a sentirse cómodos ayer sobre la cancha del Adarraga, ya que fueron dominados en todo momento por dos de las derechas más frescas del panorama profesional.

Y eso que el zaguero riojano parece desenvolverse más a gusto en este tipo de partidos, ya que mucho tiempo después, volvió a parecerse a aquel que, en circunstancias similares, logró calarse la txapela del Parejas con Titín III en 2011. La pelota le salió bien de la mano, especialmente de esa zurda privilegiada, pero Oinatz Bengoetxea tuvo que jugar bastante lejos del frontis -ayudó mucho a su zaguero- y de ahí sus efectos son mucho menos letales que pegados a la chapa.

La gran diferencia entre ambas parejas en este comienzo de partido, la que permitió a la dupla mixta tomar rentas de entorno a los cuatro tantos en torno al ecuador del partido, radicó básicamente en el mayor número de errores cometidos por los de Asegarce, especialmente de zurda, mano con la que tanto Urrutikoetxea como Albisu acumularon gran parte de sus pelotas tiradas.

Precisamente, estos fallos fueron los que lastraron la moral del de Zaratamo a la hora de ir a buscar el remate, jugada en la que, con todo, estuvo acertado, ya que llegó a sumar un total de siete tantos de aire, demostrando que también puede hacer mucho daño sin jugar a bote.

Susto de Merino

Sin embargo, volvieron a cometer errores con todo a favor como una pelota a la chapa en una cortada de Albisu, o un par de fallos de Urrutikoetxea en pelotas francas que les impidieron culminar la remontada aunque se acercaran varias veces, lo que terminó minando su moral.

Y todo ello a pesar de que David Merino se llevó un gran susto cuando, con 15-14 en el marcador, se torció su tobillo derecho al tropezarse con Albisu. Al de Villar de Torre, que acostumbra a tirar de épica en casi todas sus victorias importantes, le vendaron su tobillo en el vestuario y pudo terminar el partido sin aparentes complicaciones en su pie.

Porque físicamente sí que acabó sufriendo el duro desgaste al que le habían venido sometiendo sus rivales. Pero como pasó al comienzo del partido, los azules volvieron a errar en momentos especialmente críticos y torcieron su brazo con tres errores consecutivos.