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elecciones legislativas en alemania | Ingo NIEBEL, HIstoriador

Angela Merkel mueve con su triunfo los cimientos de la política alemana

La reorientación política y también ideológica de la CDU ha creado cierto vacío en el ámbito burgués, que ha sido ocupado por la euroescéptica AfD, cuya influencia en la política de Merkel está por ver.

Por primera vez desde 1957, la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Angela Merkel -en alianza con su hermana bávara, la Unión Social Cristiana (CSU)- podría lograr la mayoría absoluta. Su triunfo tiene un precio político bastante alto porque la canciller se ha quedado sin su socio preferente, el Partido Liberaldemócrata (FDP), que por primera vez en su historia no ha logrado entrar en el Parlamento alemán.

Merkel ha vencido, pero también ha perdido el bipartito.

Aún así, el casi 42% de los votos conseguido es ante todo un triunfo personal de la presidenta de la CDU que blinda un tanto su ya de por sí fuerte posición dentro del partido. Habrá Merkel para rato, al menos hasta 2017.

Al cierre de esta edición no se conocía si la democracia cristiana iba a poder gobernar en solitario, ya que los resultados finales estaba previsto que los diera a conocer el director electoral federal de madrugada. Todo dependía del repartición de los escaños, según la nueva Ley Electoral, y de que si la euroésceptica Alternativa para Alemania (AfD) lograba superar el límite del 5% para entrar en el Bundestag.

Independientemente de que Merkel gobierne en solitario o con un socio, su triunfo ha causado un cambio tectónico en el paisaje político alemán cuyo alcance solo se deja vislumbrar en estos momentos.

La eliminación del FDP como actor parlamentario a nivel nacional significa que el electorado burgués ya no considera a este partido un instrumento necesario para controlar al ala derecha de la CDU. Ese ha sido el papel histórico de los liberales. La «izquierdización» de la CDU, llevada a cabo por Merkel, ha convertido en obsoleto al FDP.

No obstante, con su reorientación política y también ideológica, la CDU ha creado cierto vacío político en el ámbito burgués que ha sido ocupado por la AfD. Está por ver qué influencia tendrán los euroescépticos en la política de Angela Merkel, porque más allá de que su presencia o ausencia en el nuevo Bundestag, se presentarán a las elecciones europeas en 2014.

Ante este panorama, se puede afirmar que Alemania cuenta con un bloque de centroderecha bastante consolidado. Y esta consolidación de la CDU ya está provocando movimientos a su izquierda.

El Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) debe decidir si se mueve hacia una Gran Coalición con Merkel o hacia un tripartito con los ecologistas Los Verdes y el partido Die Linke (La Izquierda). El poco más del 25% de los votos supone otro fatal resultado para el SPD. La cúpula socialdemócrata debería temer la formación de otro Ejecutivo con Merkel como jefa, porque tras la Gran Coalición de 2005-2009 acabaron en 23 puntos. Se ha evidenciado que el SPD ha dejado de ser un partido de arraigo popular.

En un tripartito con las otras dos formaciones de oposición sería la primera fuerza, la que marcaría las pautas. Die Linke ya ha vuelto a manifestar su disposición a negociar el precio político, pero está esperando a que se mueva el SPD que ha rechazado hasta ahora cualquier tipo de colaboración. En un tripartito, el partido izquierdista sería la segunda fuerza política.

La tercera, los Verdes, tiene que decidir si da por fracasado su plan electoral de «ganar el centro de la sociedad» o si va a preparar el terreno para gobernar en adelante con la CDU.

Ante una derecha consolidada, la oposición ha de definirse como «izquierda», si es que lo quiere. Los defensores del tripartito deberían aclarar si se va a tratar de una alternativa política e ideológica al proyecto de Merkel o simplemente de una alianza de fuerzas para hacerse con el poder en Berlín y en los estados federales. Entonces se verá también qué precio político estaría dispuesto a pagar cada socio. El Linke ya ha movido ficha ofreciendo negociar su demanda tradicional de que Alemania tendría que salir de la OTAN.

 

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