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Aitziber Ibaibarriaga, Ana Etxarte, Helena Gartzia y Unai Delgado EH Bildu Bilbo

PNV: el capital por encima del bienestar social

Quienes menos tienen no pueden pagar lo mismo que quienes más tienen. Eso, además de no ser justo, es peligroso, pues provoca fragmentación social

Aunque no suele aparecer en los grandes titulares de los medios de comunicación, la política fiscal municipal tiene enorme importancia. Es la principal fuente de financiación municipal y repercute directamente en nuestros bolsillos. Al concretar las tasas e impuestos queda de manifiesto cuáles son las prioridades de cada fuerza política. Se ve claramente en qué ámbito sitúa cada una sus intereses. Y Bilbo no es una excepción.

Vivimos tiempos difíciles, y EH Bildu tiene muy claro cuáles son los puntos débiles y, en consecuencia, cuáles deben ser nuestras prioridades, dónde tenemos que poner las fuerzas. Tenemos que blindar los derechos de las personas que en peor situación se encuentran, y para ello es necesario poner en marcha políticas sociales de izquierda, abandonando las fórmulas que han provocado la crisis, pues no sirven más que para aumentar la exclusión y la pobreza. Y las instituciones tienen la posibilidad de actuar a favor de quienes menos tienen, haciendo que quienes más tienen aporten más.

Es precisamente eso lo que hemos defendido este año en el debate sobre Tasas e Impuestos Municipales: un sistema de impuestos en función de la renta. Quienes menos tienen no pueden pagar lo mismo que quienes más tienen. Eso, además de no ser justo, es peligroso, pues provoca fragmentación social. Mediante las ordenanzas fiscales, la institución municipal puede corregir o aumentar aún más el desequilibrio existente en la sociedad. Y las personas que firma- mos este escrito pensamos que el gobierno municipal liderado por el PNV ha optado por lo segundo. Es decir, ha presentado unas medidas que benefician a quienes más tienen. Las bonificaciones que se hacen en Bilbo a las grandes empresas son inadmisibles. Las principales beneficiarias de las mismas son las grandes empresas del sector inmobiliario y de la construcción. El gobierno del PNV les hace pagar 8,5 millones de euros menos de lo que deberían. Esa cantidad que no recauda mediante las empresas pretende conseguirla a costa de la ciudadanía. Pero, ¿cómo es posible que se obligue a la ciudadanía a pagar los 8,5 millones de euros que no aportan las empresas? El Ayuntamiento presiona a quienes más estrecheces pasan, y libera a quienes viven holgadamente. Es indignante.

Por si eso fuera poco, el PNV lo ha presentado como una medida para reactivar la economía. Es una gran mentira. Las ordenanzas fiscales presentadas este año son una mera copia de las aprobadas en los dos últimos ejercicios. Y, por desgracia, en los dos últimos años la situación socioeconómica de Bilbo no ha hecho sino empeorar. Concretamente, desde 2011 hasta hoy el paro ha aumentado un 17%. A día de hoy en Bilbo hay más de 32.000 personas en paro, de las cuales 20.800 no reciben el subsidio de desempleo. La conclusión es clara: las ordenanzas fiscales planteadas por el PNV son totalmente rechazables, pues no sirven para dar salida a la crisis y aliviar la situación de quienes están sufriendo sus consecuencias. No nos oponemos al incremento del IPC de tasas e impuestos municipales, pero ese dinero debería servir para prestar servicios de calidad que respondan a las necesidades de la ciudadanía. Precisamente con ese objetivo hemos presentado 25 enmiendas.

Nos parece indispensable fomentar la movilidad y el transporte público, y a la ciudadanía hay que darle facilidades para que lo utilice, ofreciendo unos servicios de calidad a precios razonables. Por ello, exigimos que el precio de la tarjeta Barik-Creditrans no suba más que el IPC (el Ayuntamiento pretende incrementarlo un 3,23%), y proponemos la creación de tres nuevas tarifas: Mensual (26,85 euros, para viajar sin límite durante 30 días), Super50 (22,30 euros, 50 viajes en 30 días)y Joven (168,55 euros, para hacer todos los viajes que se quiera durante 12 meses).

Además, también hemos abordado el grave problema de la vivienda. Mientras que en Bilbo hay 9.000 personas inscritas en Viviendas Municipales, hay 15.567 viviendas vacías y, tras la burbuja financiera causante de la crisis, es innegable que hay que poner en marcha iniciativas para promover el alquiler. Esa postura no es únicamente nuestra. Según el estudio publicado este año por el Observatorio Municipal, el 83,9% de la población considera «muy importante» darle una salida al problema de la vivienda vacía. Así pues, proponemos imponer un recargo de 260 euros en la tasa de basuras de las viviendas vacías, para fomentar el alquiler de las mismas.

Asimismo, con el fin de impulsar la corresponsabilidad en el cuidado de las personas dependientes, solicitamos introducir más tramos en las rentas altas, para hacer más atractivo el Servicio de Ayuda Domiciliaria y, de esa manera, conseguir que más hombres opten el mismo y esos trabajos no queden exclusivamente en manos de las mujeres. Por otra parte, proponemos crear una tarifa que posibilite la utilización de los Centros de Distrito para la realización de funerales civiles. También planteamos suprimir las bonificaciones que se aplican a los organismos religiosos, pues entendemos que una institución que tiene como eje la laicidad no puede hacer otra cosa. El Ayuntamiento recibe 843.000 euros menos como consecuencia de esos privilegios.

Para finalizar, queremos expresar nuestra preocupación porque el PNV, valiéndose de su mayoría absoluta, ha rechazado nuevamente la oportunidad de desarrollar unas políticas que prioricen el bienestar de la ciudadanía. Seguirá gobernando para una minoría. Y quienes formamos EH Bildu pensamos que es posible empezar a materializar otro modelo de ciudad, para conseguir un Bilbo de toda la ciudadanía. Seguiremos trabajando en ello, que nadie lo dude.

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