«The New York Times» habla de los «ruinosos proyectos» de Calatrava
A.H. | BILBO
La periodista Suzanne Daley ha publicado en la sección de Arte del diario «The New York Times» un artículo dedicado a Santiago Calatrava en el que este es descrito como el «arquitecto estrella que deja enfurecidos a los clientes» y repasa los conflictos que se han originado alrededor de varios de sus proyectos en todo el mundo, entre ellos tres situados en Euskal Herria.
En el texto, publicado el martes, se señala cómo Calatrava es considerado un «villano» en Valencia, a la vez que se hace eco de la web impulsada por Ignacio Blanco, diputado de EUPV en las Corts Valencianes, con el nombre «Calatravatelaclava», donde se denuncian sus «ruinosos proyectos».
Sobrecostes y retrasos
Añade Suzanne Daley que la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia -«el mayor conjunto del mundo obra de Calatrava»-, presupuestada originalmente en 300 millones de euros, ha costado finalmente «cerca de tres veces más, dinero que la región nunca tuvo» y que, de hecho, Valencia aún debe 700 millones de euros.
Señala también cómo Calatrava recibió 94 millones de euros por este trabajo a pesar de que, según declara el diputado Ignacio Blanco, el «Palau de les Arts incluye 150 asientos con visión reducida; y que el Museo de las Ciencias no tenía inicialmente ni salidas de incendio ni ascensores para discapacitados».
«¿Cómo se pueden cometer errores de este tipo?», se pregunta Blanco, recordando que subsanarlos ha necesitado de millones de euros. «Se le le pagó incluso cuando estaba reparando sus propios errores», añade el diputado de izquierda.
El artículo dice que aunque los admiradores de Calatrava califican sus trabajos de «delicados y poderosos», muchos «otros arquitectos, académicos y constructores» opinan que «no es normal la larga lista lista de proyectos defectuosos con sobrecostes, retrasos y litigios» del valenciano. Así, entre otros, cita los casos del puente de la Constitución, en Venecia, el de Zubizuri y el aeropuerto de Bilbo o la bodega Ysios de la Rioja alavesa, que desde su inauguración ha sufrido problemas de goteras, razón por la cual sus propietarios, Bodegas Domecq, le demandaron esta primavera, pidiéndole 2 millones de euros en carácter de indemnización.
En el caso de Bilbo, recogen la opinión de Jesús Cañada, presidente del Colegio Vasco-Navarro de Arquitectos: Calatrava «prima la singularidad por encima de la funcionalidad o la satisfacción del cliente».
No olvida «The New York Times» que Santiago Calatrava es el responsable del proyecto de la estación del World Trade Center (Nueva York), cuestionado ya por su elevado coste. Directivos implicados en este dicen que el diseño de Calatrava es «problemático» y «extremadamente difícil» de ser llevado a cabo.