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61 DONOSTIA ZINEMALDIA

«La violencia, como el sexo y la muerte, atrae la curiosidad de la gente»

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Amat Escalante

Cineasta y Jurado

Con tres largometrajes en su haber, el cineasta mexicano fue reconocido en Cannes como Mejor Director por su cinta «Heli», que se proyecta en Horizontes Latinos y llega a las salas en diciembre. Quien abandonara la escuela a los 15 años y se formara por su cuenta en eso de hacer películas, también preside el jurado del Encuentro Internacional de Estudiantes de Cine de este Zinemaldia.

Janina Pérez Arias | BERLÍN

«Estaré satisfecho si un gran número de personas va a ver la película», dejó escapar Amat Escalante (Barcelona, 1979) como un tímido deseo aquella tarde en Cannes, apenas unas horas después de que su más reciente película, «Heli», produjera una avalancha de emociones (negativas y positivas). No era para menos. En su tercer largometraje, la crudeza narrativa de Escalante se centra en la llamada guerra sucia, la cual ha generado en seis años (hasta 2012 según cifras oficiales) más de 70.000 muertos. La prensa más amarilla y sensacionalista se queda corta a la hora de retratar el día a día de la sociedad mexicana azotada por el narcotráfico. Y es en ese escenario donde Amat Escalante ha situado la historia de amor entre una chica de 12 años (Estela) y el cadete Alberto, quienes junto al hermano de ella, Heli, se ven en el ojo del huracán de la violencia al esconder en su casa unos paquetes con droga.

Escrita en colaboración con Gabriel Reyes, a la pareja le costó cinco años reunir la cantidad de dinero necesaria para empezar con el rodaje, que se realizó en Guanajuato (ubicada en el centro norte del país, a casi 400 kilómetros de Ciudad de México), con actores no profesionales en los roles principales, a quienes cada día Amat les contaba una parte de la historia de la película, «para no confundirles y afectarles en su manera de actuar», trata de explicar el director.

A estas alturas, aquel tímido deseo de Amat Escalante superó todas sus expectativas. Después de recibir de manos de Steven Spielberg el premio a la Mejor Dirección en la edición 66 del Festival de Cannes, y luego de que «Heli» fuera vendida a una veintena de países, al realizador autodidacta le faltaba la prueba de fuego: el estreno en México.

Aún en cartelera desde que se estrenara en agosto en las salas comerciales mexicanas, «Heli» logró ese gran número de espectadores que tanto se deseó Escalante aquella tarde en el salón Les Ambassadeurs del Palais del Festival de cine de Cannes. Y todo pese -o tal vez a causa- de ese cruda y desoladora realidad que azota a la sociedad mexicana.

¿Tanto le influyeron los casos de violencia y asesinatos que se ven cada día en México?

Estás rodeado de todo eso. Sale en las noticias, lo lees en la prensa, los ex policías que trabajaron con nosotros nos contaron sus historias que eran tan impresionantes que no las puedes poner en una película porque la gente no las podría creer... No todo está sacado de la realidad de esa forma, pero nos imaginábamos lo que pasaría probablemente; por ejemplo, la escena de la tortura con niños me la imaginé yo, sin embargo, luego vi un video en youtube confiscado por la policía, y parecía que lo había visto antes de rodar esa escena. No fue coincidencia, es que unes los cabos sueltos y sacas conclusiones de lo que está pasando. Es alarmante que pasen todas esas cosas, y que los niños se acostumbren a eso; entonces ¿qué se puede esperar si ya a esa edad están familiarizados con esa situación? Por otra parte, quería abordar el tema también con la esperanza en la juventud, y la nueva vida que pueda surgir.

No es la primera vez que se trata un tema parecido, ¿tuvo cierto recelo a la hora de hacer «Heli»?

Siempre trato de mostrar las cosas de una manera que no se haya hecho antes. Es difícil porque cada día hay una película nueva, y por eso ya no hay nada que no se haya dicho. En parte por esa razón viene la motivación de plantear la historia de la forma como no lo ha hecho Hollywood. Quise dar la sensación que difícilmente vas a tener en una película convencional donde la acción toma lugar con música y con muchos cortes; por eso espero que mi lenguaje sea diferente.

¿Lleva «Heli» un mensaje para su país?

Seguro que sí que hay una inquietud mía de desesperación, en parte por la impotencia ante lo que estamos viviendo en muchos países de Latinoamérica y en otras partes del mundo, lo cual te crea un sentimiento de frustración. Pero creo que más que denuncia, es un sentimiento que lleva la película que espero poder transmitir, y no se trata de un mensaje en específico.

Como a otros cineastas, a usted se le ha acusado de dañar la imagen de México por las fuertes escenas que contiene «Heli». ¿Considera exagerada esa acusación?

La violencia, como el sexo y la muerte, atrae la curiosidad de la gente. Es un misterio del universo de los humanos. Es rara la película, bien sea de Hollywood o de otro sitio, donde no muera o mate a alguien. En un filme de Hollywood se puede asesinar a muchas personas, y lo que sientes es emoción y disfrute, como cuando matan al malo. Pero como yo lo muestro en «Heli» es otra cosa. Quise enseñar las escenas violentas de una manera anti-Hollywood, de una forma que realmente siento que es honesta, de cómo se viviría estando en el sitio donde suceden. Como me interesaba el tema, opté por retratar la violencia como yo pensaba que se tenía que hacer, como era necesario. Y claro que la gente lo rechaza porque no es nada bonito de ver.

¿Está dispuesto a debatir sobre la violencia en el cine, o hará como Quentin Tarantino que pasa de cualquier discusión al respecto?

No abandonaría una entrevista como lo hace Tarantino (se sonríe), lo que puedo hacer es decir lo que pienso, sin inventar nada, y tratar de ser lo más honesto. Es muy diferente a como Tarantino muestra la violencia, aunque de alguna forma en su última película («Django desencadenado») la manera en que la planteó se asemeja un poco a «Heli». La violencia es parte de la vida, está pasando mucho en México, y cada vez más se ven involucrados niños. Eso me parecía importante exponer.

¿Cree que tanto en «Heli» como en sus películas anteriores existe un estilo propio que le diferencia de los demás?

Nunca fui a una escuela de cine, así que nadie jamás me dijo cómo tenía que construir las escenas. Por eso no tengo reglas estrictas a la hora de rodar, no tengo la sensación de que deba cortar en determinado momento. Heli es «más rápida» que las otras que he hecho (risas) Lo más importante para mí en una película son las locaciones, el ambiente y las personas que van a cargar con la película.

«Antes pensaba que para rodar tenías que ser el hijo o sobrino de alguien»

A los 15 años Amat Escalante dejó la escuela. Descubrió que lo suyo era el cine, así que se puso manos a la obra. A los 20 intentó formarse como cineasta, pero a los seis meses de estar calentando silla en la academia de cine se dio cuenta que eso tampoco era lo que buscaba. Devoró libros, no dejó películas sin ver y analizar. Después de un corto, se atrevió con su primer largometraje, «Sangre», que logró colarse en la selección de Una Cierta Mirada del Festival de Cannes en 2005. Nada mal para un principiante.

¿Se siente parte del desarrollo del cine mexicano?

En el 2005 cuando «Sangre» estuvo en la sección Una Cierta Mirada, y «Batalla en el cielo» [de Carlos Reygadas] en la competición de Cannes, fue un año en el que empezó a pasar algo nuevo en México; y desde entonces han surgido nuevos cineastas que están tratando de expresar sus inquietudes. Yo no vivo en el DF, cosa que es muy extraña para una persona que hace cine. Vivo en donde filmé la película, Guanajuato, pero a lo largo de estos diez años trabajando, he llegado a conocer a otros directores. Es difícil pensar como un colectivo, pero Carlos (Reygadas, también co-productor de «Heli») siempre me ha apoyado, y la edición de «Heli» se hizo en su estudio en Tepoztlán. Antes era impensable que un director de éxito ayudase a otro. Eso ya es un gran paso para cualquier industria.

Algunos cineastas mexicanos han sido captados por la industria estadounidense. ¿Hollywood es algo para usted?

No lo rechazo, de hecho filmé en Los Ángeles «Los Bastardos» [2008], pero fue una producción mexicana. La mitad de mi vida transcurrió en Estados Unidos, por eso hay cosas que me gustaría contar de ese país, pero es más difícil, hay menos apoyo. Tendría que pedirle dinero a particulares. En México, «Heli» y mis otras películas se hicieron gracias al IMCINE [Instituto Mexicano de Cinematografía]. Antes pensaba que para rodar tenías que ser el hijo o el sobrino de alguien en IMCINE. Eso ha mejorado, aunque se va a tomar tiempo para que cambie totalmente, aún hay gente con palancas (se sonríe) En mi caso, surgí por la generosidad de otros, por el apoyo entre nosotros. J.P.A.

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