El rugido del tigre
«Un toque de violencia»
Koldo LANDALUZE
La explosiva fusión entre thriller y drama que mueve con destreza el cineasta chino Jia Zhangke en «Un toque de violencia» permite al espectador occidental adentrarse en la trastienda sórdida de la sociedad china.
El autor de películas como «Naturaleza muerta» viene a decirnos que la basura que el Gobierno chino almacena en sus entrañas es directamente proporcional a su mastodóntico tamaño.
En el transcurso de las cuatro historias zurcidas a golpe de violencia, prevalece la corrupción de un sistema que hace tiempo dejó de ser quimérico y que ha apostado abiertamente por el capitalismo más salvaje y deshumanizado.
A la sombra de este monstruo creciente, un grupo de personajes pretende, por un lado, sobrevivir aferrándose a auténticos clavos ardiendo o, por el contrario, llevar hasta sus últimas consecuencias una denuncia contra el sistema esclavista que rige su pequeña comunidad.
Precisamente este último enfoque es con el que Zhangke inicia esta su demoledora apisonadora fílmica; una tarjeta de presentación en la que el protagonista se ve en la obligación de atar al cañón de su escopeta una improvisada bandera con la imagen de un tigre rugiente y acabar con la corrupción burocrática en la que viven plácidamente unos pocos que se nutren del resto.
Dotada de un pulso firme, esta radiografía extrema analiza con puntillismo las diversas claves y dilemas que conlleva una acción catárquica que surge de la propia necesidad del individuo.
Título original: `Tian zhu ding'.
Dirección y guión: Jia Zhangke.
Intérpretes: Zhao Tao, Jiang Wu, Wang Baoqiang, Luo Lanshan.
País: China-Japón.
Duración: 129 m.
Género: Thriller, drama.