El Athletic afrontó en Vallecas su primer examen de entidad y lo suspendió. Es cierto que el árbitro no ayudó, con una actuación cuando menos discutible, pero tampoco las rojiblancas ofrecieron su mejor versión en una matinal repleta de disgustos: lesión de Nekane, expulsión de Irune Murua y primera derrota de la Liga, que descabalga al equipo vizcaino de la cabeza de la tabla, comandada ahora en solitario por su archienemigo Barcelona.

Tal y como cabía prever, el Rayo -necesitado también de ganar para no perder comba tras su empate frente al Levante- y el Athletic protagonizaron un primer tiempo disputado, duro e igualado. Ambos lo intentaban con ganas, pero ninguno acababa de dominar la contienda, lo que repartió esfuerzos, ocasiones y sustos.

Joyce fue la primera en avisar, con un disparo que se marchaba pegado al palo. Respondieron las rojiblancas con una acción de Joana Flaviano, instantes antes de que llegara la primera jugada conflictiva: centro al área de Eli Ibarra, Alicia que arrolla a Nekane -la delantera, con el tobillo muy lastimado, tuvo que ser sustituída- y el árbitro que convierte un penalti claro en saque de puerta.

El marcador acabó por moverse al filo del descanso. Por ambos bandos, porque primero Saray adelantaba a las suyas con una falta, e inmediatamente después era Eli Ibarra la que restablecía el empate en acción similar.

El partido se torcía en la reanudación, al aprovechar Saray un error en el despeje de la zaga rojiblanca para batir a Ainhoa. Al Athletic le tocó volver a buscar el empate, y lo hizo con denuedo, incluso Eunate envió un balón al larguero. Pero con lo que se encontró fue con otro mazazo del árbitro y el rival. Saray controló el balón con la mano para asistir a Pilar en el definitivo 3-1. Por si fuera poco, las protestas le costaban la segunda amarilla a Murua.

Con 3-1 y en desventaja, el Athletic lo siguió intentando, pero la remontada era ya una misión imposible.