Javier de Andrés intentó ayer cargar la responsabilidad de los recortes que anuncia sobre el tejado de las Juntas Generales de Araba, donde el PP, partido al que pertenece el diputado general, carece de una mayoría estable. Según explicó, el presupuesto foral del año 2014 será superior al actual, ya que las previsiones indican que la recaudación fiscal aumentará al término del presente ejercicio. No obstante, matizó que el presupuesto «disponible» no depende «exclusivamente» de la capacidad recaudatoria de la Hacienda alavesa, sino también de las decisiones que se tomen en la Cámara foral.

Así respondió De Andrés al portavoz del grupo juntero de EH Bildu, Gorka Ortiz de Guinea, que aprovechó el pleno de control para preguntar sobre la situación económica del herrialde al diputado general. Durante su intervención, el representante de la coalición soberanista señaló que las medidas diseñadas por el Gobierno foral para incrementar la recaudación van a general un efecto contrario al esperado: «Van a provocar un futuro oscuro».

En respuesta a estas palabras, el dirigente conservador destacó que la Diputación contará con más recursos si se cumplen las previsiones de crecimiento planteadas por el Ejecutivo de Lakua, que prevé un aumentó del 0,8%. Un incremento que permitirá la elaboración de un presupuesto superior al de 2013, por lo que la institución podrá hacer frente a sus «compromisos y obligaciones».

De Andrés asumió que la última palabra dependerá de las JJGG, donde se está tramitando una iniciativa que tiene por objeto dotar de mayor financiación a las entidades locales. «Serán las Juntas las que decidan si el aumento de la capacidad de gasto de la Diputación se destina a cumplir con sus compromisos en materia de bienestar social, carreteras o medio ambiente; o si por el contrario, a soportar el gasto corriente de los ayuntamientos», sentenció antes de señalar que la modificación de la Ley de Aportaciones también podría repercutir sobre la capacidad de la Diputación.

Durante esta legislatura, De Andrés, cuyo partido solo gobierna media docena de localidades alavesas, ha mostrado su rechazo a repartir el dinero recaudado gracias a la devolución de las denominadas «vacaciones fiscales» entre los municipios del herrialde.