Tras hacer frente a una prolongada enfermedad, el cuerpo de Joseba Macías no pudo más y, en este arranque otoñal bochornoso en el país, nos dejó. Desde Cubainformación, medio que ayudó a crear y del que era colaborador habitual, se informó del fallecimiento del sociólogo y periodista santutxuarra, a quien se glosó como «uno de los más grandes amigos de Cuba en Euskal Herria».

En los últimos años, Macías escribió numerosos artículos sobre el presente y futuro de la isla caribeña y su revolución, «con un claro talante crítico constructivo», apuntaban desde quienes conforman Cubainformación, que enviaban «un fuerte abrazo solidario» a sus hijas Amaiur y Ariane. Su relación con la isla nace a raíz de que su gran amigo y convecino José Miguel Arrugaeta fuese deportado allí desde Panamá.

En su faceta docente, ejerció como profesor de Comunicación Audiovisual en la UPV-EHU y en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños. Su estrecha vinculación con Cuba le llevó el año pasado a presentar su tesis doctoral sobre el tema de la sociedad civil allí.

La noticia del óbito sacudió a las redes sociales, donde fueron varios los periodistas que se hicieron eco, como Oskar Bañuelos, quien lo definió como «un gran periodista vasco y universal». En plena conmoción por la última redada, recordó que la última vez que vio a Macías fue en una convocatoria de Herrira.

Desde Estocolmo, el corresponsal Unai Aranzadi le consideró «una referencia imprescindible del pensamiento crítico vasco, desde lo académico hasta lo popular, pasando por el cine, el internacionalismo y la política». Desde su muro de facebook, añadió «que Bilbao albergue Cubainformación, el medio que mejor disecciona la agenda desinformativa del Gran Hermano, que Egin continuase siendo el único diario de izquierda del Estado o que incluso artistas de Neguri recibiesen críticas positivas y el apoyo de Joseba, hacen de él, un tipo grande que jamás dio respuestas fáciles a qué es ser vasco, y por ende, humano».

Jonathan Martínez le conoció cuando junto a otros dos amigos barajó poner en marcha un blog colectivo sobre las izquierdas vascas, que no llegaron a materializar. «Recuerdo un derroche de humanidad. Era una persona que cuando hablaba solamente era posible guardar silencio, su claridad y su pedagogía, sus historias sobre la escuela de cine en Cuba...», enumeró desde Sevilla, donde se encuentra por motivo de estudios. «Siempre pensé que Cuba le había enamorado para siempre y que lo cinematográfico y lo político le habían llevado a sentirse casi un cubano más», apuntó el militante de Alternatiba, a quien no sorprendió el desenlace fatal, aunque apostilló que «peleó contra la enfermedad como se pelea contra la injusticia».

Quien también le echará de menos será Begoña Yebra, periodista de Radio Euskadi. También tuvo ocasión de conocerle Patxi Gaztelumendi en 1994, cuando comenzó a colaborar con Egin Irratia. «Fue un gran periodista, una gran persona», dijo.

A Egin Irratia llegó Josu Telleria tras compartir con Joseba Macías militancia en su barrio, Santutxu, donde se implicó en el movimiento pro-amnistía, ecologista y vecinal poco después de la muerte de Franco. «Era un gran amigo de sus amigos, comprometido hasta las cachas desde una visión de izquierda, al servicio de la clase trabajadora, aunque su coherencia le generase muchos disgustos e incomprensiones a lo largo de su vida», manifestó.

Se implicó con él en la fundación de Iluna Irratia -un referente en las radios libres de los ochenta- que logró contactar con proyectos similares en Italia, aportando conocimientos y materiales que en Euskal Herria no había. «Llegue a ir con él a visitar varias ciudades italianas, de donde trajimos antenas y tecnología que no conocíamos aquí», explicó.

«Era muy humano y con mucha capacidad de relacionarse», comentó Telleria, quien añadió que le sirvió para entablar sólidas amistades en Cuba o Palestina. También cubrió para ``Egin'' la guerra del Golfo, después de visitar Cisjordania y Gaza.

En Egin Irratia consiguió un acuerdo de colaboración con Radio Habana Libre y atrajo a muchos profesionales de prestigio que hoy trabajan en diferentes medios de comunicación vascos. «Culto», «con espíritu crítico», «absolutamente coherente desde la autocrítica» son algunos de los adjetivos que emplea Josu Telleria para su amigo.

«Me dejas helado», contestó el periodista Joxerra Bustillo al conocer la muerte de Macías. «En 1992, en agosto, comencé a trabajar en la redacción de ``Egin'' en Hernani. Joseba era por entonces el director de Egin Irratia. No sé cómo se lo agenció pero el caso es que tenía un viejo Ford Fiesta, en el que nos trasladábamos desde la estación de autobuses de Donostia a Hernani y viceversa todos los días, ya que solíamos ir en autobús Juanma Idoyaga, Joseba y yo. El mejor recuerdo que tengo -relató a GARA- es el de las conversaciones y debates que montábamos en cada viaje. Nunca nos aburríamos».

Bustillo no se olvidó de apuntar la «voz fantástica para hacer radio» que tenía el santutxuarra. «Todos los que le escucharon alguna vez estarán de acuerdo en ello», puntualizó.