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Bidasoa

El empate sabe a poco tras acariciar el triunfo

BIDASOA  20

VALLADOLID  20

GARA

Bidasoa: Zubiria (9 paradas de 29 lanzamientos, 31% de acierto); Ugarte (4), Diaz de Cerio, Aranburu (1), Mujika (2), Vidal (3) y Azkue (2) -siete inicial-; Otegi (ps); Cavero, Crowley (4), Fernando Rincón, David Rincón (2), Aldunate (1) y Jauregi (1). Valladolid: Lamariano (11/31, 35%); Peciña, Lacasa (3), Hernández (2), Corzo (4), Camino (1) y Avila -siete inicial-; Pérez (ps); Porras (1), Juárez (1), López (5), Fernández, Megías (2) y Bozovic (1). Arbitros: Fernández (Asturias) y Martín (Castilla-León). Excluyeron a Aldunate (2), Crowley, Jauregi, Azkue, Bozovic (2), Peciña y López. Cada 5 minutos: 1-2, 3-4, 6-6, 7-8, 9-12 y 12-13 (descanso). 14-14, 14-15, 15-15, 17-16, 19-18 y 20-20 (final).

Bidasoa estrenó su casillero de puntos, pero se quedó con un sabor agridulce. A falta de cuatro minutos para el final Ander Ugarte -que desatascó el ataque irundarra en el último cuarto de hora con tres goles- marcaba el 20-18 que, con un marcador tan bajo, y en un partido en el que se habían registrado hasta diez empates hasta entonces, parecía que ponía la victoria al alcance del Bidasoa. Pero no pudo volver a marcar y el pivote Porras, primero, y el lateral cubano Corzo después, devolvían el empate al partido, cuando solo faltaba un minuto para acabar.

Fernando Bolea paró el tiempo para preparar la última jugada, pero no hubo ocasión de completarla porque el veterano Hernández propició la pérdida del último balón irundarra. De la opción de victoria se pasaba al riesgo de quedarse sin nada, y entonces fue el técnico visitante el que paró el tiempo para que sus jugadores cogieran aire y preparar la última acción. Corzo fue el encargado de ejecutarla, pero el balón se marchó fuera y ya no hubo tiempo para más.

Los dos equipos se emplearon fuerte en defensa, a sabiendas de que sus opciones ofensivas son limitadas, aunque la factura la pagó el Bidasoa con cinco exclusiones en la primera parte -por ninguna en la segunda-, mientras el Valladolid solo sufría una. Con superioridad numérica durante muchos minutos, los pucelanos llegaron a tener una ventaja de tres goles (9-12), aunque las paradas de Zubiria y el acierto rematador de Crowley (2) y David Rincón (1) servía para empatar, y luego el Valladolid ganaba por uno al descanso. En la segunda parte, de poquísimos goles, tras varias igualadas Bidasoa se puso por delante, pero tuvo que conformarse con el empate.

 

 

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