Ya se puede disfrutar de la primera retrospectiva del colectivo Guerrilla Girls, una muestra que recoge su producción desde 1885 a 2013 en forma de carteles, en especial, y que en palabras de Xabier Arakistain, «Arakis», comisario de la exposición, proporciona «una perspectiva crucial para comprender las prácticas artísticas y las sociedades que lo generan», esto es una sociedad «sexista» y que «produce arte sexista».

El grupo Guerrilla Girls, «una de las voces destacadas dentro de la última etapa del arte feminista», en opinión de Arakis, hicieron su aparición en 1985 con una serie de pósters donde, principalmente, denunciaban el sexismo, la discriminación, imperante en el mundo del arte. El objetivo de su trabajo es denunciar el sexismo, el racismo y la corrupción en la política, el cine, el arte y la cultura pop a través del humor y chocantes juegos visuales que despliegan en apariciones públicas realizadas en, por ejemplo, universidades y museos.

Sus componentes, émulas de otros vengadores enmascarados como Batman, Robin Hood o la Mujer Maravilla, siempre guardan el anonimato ocultando sus rostros tras máscaras de gorilas y utilizando los nombres de grandes artistas ya desaparecidas. En consonancia con dicha práctica, fueron Frida Kahlo y Käthe Kollwitz quienes intervinieron en la rueda de prensa ofrecida ayer en Bilbo.

Fracaso

Para Arakis, la principal contribución de Guerrilla Girls es haber sido las primeras en dar un «enfoque nuevo», en hacer visible la discriminación contra las mujeres «vista desde una panorámica completa».

Frida Kahlo quiso agradecer tanto a Arakis (quien, hace 11 años, en Bilboarte, ya desarrollara junto a ellas el curso Perspectivas feministas en la práctica artística) como a AlhóndigaBilbao por llevar a cabo esta retrospectiva. Añadió que la situación de las mujeres es mejor que antes, algo que no refleja éxito alguno, ya que, por ejemplo, son escasas las mujeres que detentan la dirección de un museo y las mujeres artistas, al igual que en otros rubros, siguen peor remuneradas que el artista hombre blanco.

Arakis completó la declaración añadiendo que el arte de estas mujeres deja a las claras el «estrepitoso fracaso de nuestra sociedad a la hora de conseguir la igualdad de sexos».

Son este el tipo de actitudes y realidades puestas en solfa por su cartelería. La primera de las dos salas que acogen la muestra esta presidida por un cartel de gigantescas dimensiones donde junto a una venus de Ingres ataviada con la preceptiva máscara de gorila un texto reza «¿Han de estar las mujeres desnudas para entrar en el Metropolita Museum? Menos del 4% de los artistas de las secciones de Arte Moderno son mujeres, pero el 76% de los desnudos son femeninos».

Kahlo y Kollwitz llevan ya un mes en Bizkaia y aún permanecerán más tiempo que aprovecharán para impartir cursos dirigidos en especial a grupos feministas.

También se desarrollará la segunda parte de aquel curso en el que participaron en Bilboarte.

El domingo 13 de octubre «Zazpika» publicará un amplio reportaje de 10 páginas sobre el colectivo.