ANAITASUNA 34

GIJÓN 18

La victoria ante el recién ascendido Gijón era la 23ª desde que Anaitasuna regresó a la máxima categoría, y la más abultada. La pasada temporada ganó por 10 goles al Academia Octavio, pero ayer superó con amplitud esa diferencia en un partido que ya se había roto para el descanso.

Anaitasuna empezó el choque con gran eficacia, a gol por ataque, hasta que el técnico visitante pidió su primer tiempo muerto cuando apenas se llevaban dos minutos y medio. Las instrucciones debieron ser acertadas, porque los asturianos cerraron huecos y el partido entró en su fase más equilibrada.

Pero del 7-6 se pasó al 12-7, con nuevo tiempo muerto del Gijón que estaba vez no servía para gran cosa. La defensa navarra, con Garza y Martínez en el centro, cerraba todos los caminos al Gijón, que en en el último cuarto de hora antes del descanso solo pudo marcar un gol, mientras Anaitasuna volvía a encontrar portería con facilidad y ampliaba su ventaja hasta los 9 goles (17-8), con lo que dejaba el partido prácticamente sentenciado en el descanso.

En la segunda parte el Gijón peleó para no encajar una goleada y Anaitasuna se dedicó a mover el banquillo y gestionar su ventaja. Una racha de Capón, y las genialidades de Meoki, animaron el tramo final y elevaron la diferencia al +16 definitivo.