Dabid LAZKANOITURBURU Periodista
Convulsa América
Toda época tiene sus convulsiones. Pero la que nos ha tocado vivir es de aupa. Esta semana nos hemos despertado con el Gobierno federal estadounidense en stand by y con el riesgo de que la primera potencia mundial caiga en suspensión de pagos por el pulso entre la oposición republicana y los demócratas y el presidente Obama por su reforma sanitaria (Obamacare).
Es cierto que no es la primera vez que ocurre (Clinton sufrió un acoso similar hace 17 años por la financiación del conocido como Medicare). Pero todo apunta a que las circunstancias han cambiado.
Y es que en este caso, el principal promotor de este órdago, el Tea Party, está encantado con el efecto que ha generado su pulso: el desgobierno federal, que es al fin y a la postre, y junto con su ultraconservadurismo económico y religioso, el principal reclamo de este movimiento libertario (en el particular diccionario político estadounidense).
Para sus seguidores, Obama está implantando el socialismo estatista en EEUU. Y la extensión de la cobertura sanitaria a decenas de millones de estadounidenses desamparados es la mejor prueba de ello. ¿Qué mejor entonces que hundir al Estado? Santas pascuas.
El problema lo tienen los republicanos. Si mantienen el pulso certificarán la defunción del Viejo Partido de orden y estabilidad. Si se imponen al Tea Party se ganarán la enemistad de un sector clave en la América rural en un país cada vez más polarizado.
Quizás eso explique la deriva republicana. Y la percepción de que todo, hasta lo peor, es posible en los EEUU de hoy.