El Giro de Italia 2014, que comenzará el 9 de mayo en Belfast, completará tres jornadas de competición en Irlanda, contará con tres días de descanso, y se acabará el 1 de junio en Trieste -al nordeste del territorio-, después de unos 3.450 kilómetros de recorrido montañoso. Esta 97ª edición, presentada oficialmente ayer en Milán, rendirá homenaje al gran escalador italiano Marco Pantani, vencedor de Giro y Tour en 1998, diez años después de su muerte.

Los organizadores obtuvieron el permiso de la Unión Ciclista Internacional (UCI) para adelantar 24 horas la salida de Belfast, con el fin de preservar un día de descanso adicional y suavizar así el largo viaje desde Dublín, la capital irlandesa que acoge el final de la tercera etapa, hasta Bari, ciudad al sur de Italia que albergará la llegada de la cuarta. Desde su creación en 1909, el Giro partirá desde fuera de Italia por undécima ocasión, y por tercera vez en las cinco últimas ediciones: Amsterdam (Holanda) en 2010 y Herning (Dinamarca) en 2012. Trieste, por su parte, acoge el final de la carrera por tercera vez.

El recorrido cuenta con hasta ocho finales en alto de cierta consideración -tres de media montaña y cinco de alta montaña-, con llegadas a cimas bien conocidas como las del santuario de Oropa -donde Pantani firmó una de sus actuaciones más recordadas en el Giro de 1999- o la de Val Martello -pasando antes por dos colosos como Gavia y Stelvio-. Pero la apoteosis escaladora llegará en vísperas del final de la ronda italiana, con la ascensión al Monte Zoncolan, uno de los puertos más duros y emblemáticos de la corsa rosa.

En cuanto a la lucha contra el reloj, la ronda comenzará con una crono por equipos de 21,7 kilómetros en Belfast, y en el programa figuran otras dos cronometradas. La primera, de 46,4 kms, discurrirá por los viñedos piamonteses, entre Barbaresco y Barolo. La segunda, una cronoescalada de 26,8 kms, llegará en la decimonovena jornada haciendo frente a las duras rampas de Monte Grappa, partiendo de Bassaso.

El italiano Vincenzo Nibali, vencedor de la pasada edición, y otros corredores de primer nivel como Cadel Evans, Andy Schleck, Alejandro Valverde, Nairo Quintana, Ivan Basso o Michele Scarponi asistieron a una presentación empañada por la noticia de que tres de los responsables de RCS Sport, la sociedad organizadora, fueron suspendidos la semana pasada a título preventivo y no disciplinario después del descubrimiento de un agujero que podría ascender a unos doce millones de euros.

La opinión de ¿los favoritos?

Tal y como sucede en este tipo de presentaciones realizadas con tanta antelación, lo más probable es que buena parte de los corredores que ayer se dieron cita en Milán no participen en la ronda italiana el próximo año y apuesten por preparar con más mimo el Tour.

Se supone que será el plan de Nibali, aunque el siciliano no tuvo problema en analizar el recorrido del Giro. «Es un Giro más humano, pero no más fácil. A priori parece favorable para un corredor completo, que se defienda bien en las cronos y en la montaña. La contrarreloj de Barolo puede ser el día clave. El que saque diferencias ese día arrancará la última semana con ventaja», declaró el italiano.

Le ocurre lo mismo al colombiano Nairo Quintana, segundo en la pasada edición del Tour, que deberá optar entre la ronda gala o correr Giro y Vuelta: «El recorrido es bastante atractivo, me gusta. La primera semana hay que salvarla y las etapas de la tercera son muy exigentes, aunque una contrarreloj tan larga no me va muy bien. Esperaremos a Tour y Vuelta para decidir con Eusebio».

El que sí se mojó fue Cadel Evans, tercero en el pasado Giro, que puso la carrera italiana como su gran objetivo de 2014.