La proposición no de ley que Amaiur, ERC y BNG defenderán hoy en el Congreso de los Diputados sobre el derecho a decidir es «un paso en el diálogo y la negociación con el Estado», ante el que no esperan un viraje de del nacionalismo español, pero sí el apoyo de fuerzas soberanistas como PNV y CiU, para que se visualice una «foto clara con la mayoría de Catalunya y Euskal Herria por un camino, y la del Estado, por otro».

Los diputados de la coalición Xabier Mikel Errekondo, Rafa Larreina y Jon Iñarritu explicaron ayer, en una rueda de prensa que tuvo lugar en Bilbo, que la Mesa de la Cámara ya rechazó de forma «arbitraria» una iniciativa anterior en el mismo sentido. No obstante, señalaron que no van a poder «obviar» el debate y precisaron que lo que se propondrá hoy al Estado es «que abra los ojos» y busque «instrumentos, que los tiene, para permitir expresarse libremente a los diferentes pueblos».

«No es tanto un problema jurídico, sino de voluntad política», defendieron los representantes de Amaiur. Por ello, entre otras cuestiones, plantearán hoy las posibilidades existentes para atender «la demanda mayoritaria en la sociedad vasca». Defenderán instrumentos como la facultad de «transponer la legislación internacional por la vía de los acuerdos que ha firmado en base al reconocimiento del derecho a decidir de los pueblos, en la Constitución» o la posibilidad de transferir la convocatoria de las consultas o referendos a las autonomías.

«Camino unilateral»

Amaiur sitúa esta iniciativa en el Parlamento español como «un paso más en el diálogo» que no se va a detener ante la cerrazón del Estado. Según avanzó, «si se agotan todas las vías tendremos que ir por vías pacíficas pero unilaterales». «Nuestro pueblo recorrerá su propio camino hasta convertirse en una autopista tan ancha y recta que llevará a la libertad», «esa vía la recorrerá de manera democrática, cívica y unilateral», y en ese camino «no sobra nadie», puntualizó.

Los diputados de Amaiur recordaron la sentencia de la Corte Internacional de Justicia sobre Kosovo, para ejemplificar que agotadas «todas las vías de negociación, de acuerdo, con el Estado matriz, no va contra el derecho internacional que se pueda tomar una decisión unilateral de independencia».