Gloria REKARTE Expresa
No hay mayor ciego...
Puede que Itsaso Atuxa no viera con la suficiente atención las informaciones al respecto; nada raro a estas alturas de los operativos policiales, cuando podemos saltamos unas cuantas líneas de la noticia teniendo por sabido de antemano el argumento universal: todo es ETA. Puede ser que no viera lo de la suspensión de actividades y de ahí que la presidenta del BBB salga sin nada mejor que decirle a Herrira que debe pedirle a ETA no se qué -porque a estas alturas de las peticiones a ETA yo también me salto unas cuantas líneas de la noticia-.
Y no habrá visto la Sra. Atutxa que Herrira no puede hablar, no puede hacer. Que al fin y al cabo, de eso se trataba. No de detener a 18 de sus miembros, sino de detener Herrira. Paralizarla, desacreditarla, desautorizarla. Cosa que, a juzgar por la impresionante respuesta reflejada el sábado en Bilbo, no va a resultar tan sencillo: el mensaje inequívoco es una mayoría política, social y sindical vasca (a la que su partido, mirando siempre a Madrid, vio pasar de largo perdiendo la oportunidad de formar parte de ella), dispuesta a continuar la labor de Herrira, dispuesta a ser Herrira.
Tampoco verá la Sra. Atutxa que en el escaso plazo de un mes y en lo que respecta al Proceso de Paz, Madrid ha dado pasos de calado: al tiempo que ponía a salvo a torturadores franquistas requeridos por la justicia, decretaba la libertad «condicional» (¡qué risa!) de Galindo, detenía a 18 ciudadanos y ciudadanas vascas por formar parte de un movimiento popular, y criminalizaba y suspendía sus actividades. Pasos del hondo calado de una patada. ¿Lo verá? Imposible no verlos. ¿Y no le parecerá entonces que es momento ya de hacer peticiones en otra dirección?