Las necesidades de una diputación en apuros económicos y donde gobierna en franca minoría, han acabado por hacer que el PP termine sumándose al pacto fiscal alcanzado por PNV y PSE. Los jeltzales, además, han facilitado en lo posible el acuerdo, que permite extender una normativa común a las tres diputaciones. A las de Araba y Bizkaia desde el gobierno, y a la de Gipuzkoa, si lo consideran conveniente, a través de iniciativas de la oposición.

El encargado de dar la noticia fue el diputado general de Araba y secretario general del PP en este herrialde, Javier de Andrés. Mientras en Gasteiz se anunciaba la existencia de un acuerdo básico, en Bilbo los diputados de Hacienda de Bizkaia y Araba ultimaban los detalles del nuevo pacto que ha de trasladarse a la letra pequeña de las respectivas normas forales.

La entrada del PP ha hecho que el acuerdo final -que cabe recordar que el secretario general del PSE, Patxi López, reconoció que se había «quedado corto»- se aleje más del modelo de Gipuzkoa. Por ejemplo, en los tipos que gravan los intereses que ofrecen los ahorros, el acuerdo PNV-PSE contemplaba el 21% hasta los 15.000 euros, y el PP ha logrado que hasta los primeros 2.500, el tipo se baje al 20%. Esto se desvía mucho de lo aprobado en Gipuzkoa por Bildu y PSE, que grava con un 21% hasta los primeros 1.500 euros, el 23% hasta los 10.000 y el 25% de ahí en adelante.

Además, se mantienen las deducciones por la compra y el alquiler de vivienda para jóvenes y familias numerosas; abre a los autónomos y a las personas físicas el acceso a las deducciones por emprendimiento. En el Impuesto de Sociedades se incrementa las deducciones para aquellas empresas que contraten de forma indefinida a menores de 30 años, parados de larga duración y colectivos desfavorecidos. Esto tendrá su influencia, según afirmó Javier de Andrés, en los tipos mínimos inicialmente previstos para los beneficios empresariales.

Todos contentos

Una vez que el PP anunció que se sumaba al pacto y su satisfacción por haber podido «moderar» la subida de impuestos que atribuía a PNV y PSE, también estos partidos expresaron su valoración positiva del acuerdo, aunque quitando importancia a los cambios realizados.

Ahora, la Diputación Foral de Araba y la de Bizkaia retirarán las propuestas de norma fiscal que tenían preparadas, para presentar unas nuevas a las Juntas Generales en base al acuerdo alcanzado entre ambas haciendas para homologar su fiscalidad. En caso de que el pacto se quiera extender a Gipuzkoa, habrán de ser los tres partidos de la oposición -PNV, PSE y PP- quienes tengan que presentar propuestas que obligarían a desandar lo aprobado en su día por el propio PSE junto a Bildu.

No al pacto político

Al tiempo que anunciaba su suma al acuerdo fiscal de PNV y PSE, el PP aclaraba que esto no significa que se sume al pacto político global suscrito por ambos partidos y que abarca muchas más materias como la reactivación económica, la revisión de la arquitectura institucional de la CAV y acciones en materia social.

De hecho, Javier de Andrés quiso dejar claro que habían separado voluntariamente la negociación sobre fiscalidad de otras cuestiones como las inversiones previstas por el pacto PNV-PSE y que el PP considera que discriminan a Araba, y también del debate presupuestario. Sin embargo, a nadie se le escapa que este acuerdo facilitará las cosas a De Andrés con las cuentas de la Diputación.