Que la Liga Asobal puede resultar sorprendente esta temporada salta a la vista con repasar los datos cuando se llevan cinco jornadas disputadas. Sobre el valor de las estadística hay opiniones para todos los gustos, pero no se puede negar que ofrece ángulos sorprendentes para observar la realidad.

Por ejemplo, el año pasado los ocho primeros clasificados habían sumado 67 puntos contra 13 los ocho últimos en la 5ª jornada. Una Liga de dos velocidades. Ahora la relación es de 55/25, lo que sugiere que hay más competencia por el reparto.

En la 4ª jornada todos los clubes habían sumado ya algún punto (Bidasoa fue el último en hacerlo), y la pasada Liga hubo que esperar seis jornadas para que sumaran los tres últimos, dos de ellos al alimón, merced al empate entre Anaitasuna y Valladolid. Y hablando de empates, en toda la pasada Liga se registraron 19 (en las cinco primeras jornadas solo tres), y en esta ya van nueve, tres veces más.

No es extraño pues que el Ciudad Encantada ya lleve tantos empates (3, y consecutivos) como en toda la pasada Liga, o que el Cangas lleve solo un punto menos que los que entonces le costó 12 jornadas sumar, y ocupe ahora mismo plaza europea.

Las diferencias insalvables han desaparecido, y a ello debe agarrarse Bidasoa para abstraerse de las lesiones que le persiguen y buscar los puntos, sobre todo en Artaleku, pero casi también en cualquier otra cancha, como están haciendo sus rivales.

Y los dos clubes que cuentan sus partidos por victorias, Barcelona y Granollers, se enfrentan hoy en cancha vallesana. Derbi y curiosidad morbosa.