¿Por qué un libro sobre el proceso soberanista escocés?

La independencia y el proceso escocés van a tomar una centralidad aún mayor en el debate político según vamos acercándonos a la fecha del referéndum, el 18 de setiembre de 2014. Por eso hay mucha gente que siente la necesidad de informarse sobre Escocia para poder comprender lo que está pasando y situarse en el debate. El libro ofrece la información básica y las claves más importantes para entender el viaje del pueblo escocés hacia la independencia.

¿Qué van a encontrar los lectores en el libro?

Para garantizar una pluralidad de puntos de vista, hemos contado con tres analistas políticos reconocidos: el escocés Robin McAlpine, director de la Fundación Jimmy Reid y editor de la revista «Scottish Left Review»; el politólogo catalán Xabier Solano, asesor de los políticos escoceses tanto en el Parlamento del Reino Unido como en el escocés; y el analista vasco de política internacional Txente Rekondo.

Los autores desarrollan de manera resumida la historia, los aspectos económicos y sociales y la organización institucional de Escocia; y analizan de manera más profunda la evolución del proceso independentista en los últimos años, sus características y razones, su situación en el contexto de Europa, las claves sobre el referéndum, y los escenarios y oportunidades que se abren de cara al futuro.

El libro cuenta también con un prólogo de Jule Goikoetxea, profesora de la EHU-UPV, y un epílogo donde Esti Mujika expone reflexiones de la Red Independen- tistak en torno a un proceso de secesión en Euskal Herria.

¿Cuáles son las claves de la «vía escocesa» a la independencia?

Una de las claves es que Escocia no tiene problemas de identidad nacional. La inmensa mayoría de la población, sean independentistas o unionistas, se siente únicamente escocesa, porque el Reino Unido es una unión de naciones bajo la Corona británica.

Otra, es la económica. El declive británico tras las dos guerras mundiales y su supeditación a EEUU, unido al hecho de que Escocia, a partir de encontrar petróleo en el Mar del Norte, pasa de ser el país pobre del Reino Unido a tener una economía fuerte, lleva a reflexionar si de cara al futuro le interesa continuar dentro del Reino Unido o si la independencia le ofrece la oportunidad de desarrollar todas sus potencialidades.

Asimismo, las duras políticas antisociales del thatcherismo y la continuación de las políticas neoliberales hacen que la población escocesa identifique a Londres con el desmantelamiento industrial, la usurpación y despilfarro de su petróleo, los recortes sociales, el desmantelamiento de los servicios públicos, el desempleo, la precariedad, el incremento de los precios de la energía y el trasporte... y se contrapone la independencia como oportunidad para crear una Escocia más justa y equitativa y recuperar el Estado del Bienestar.

¿Qué significa un proceso de estas características en Europa y en pleno siglo XXI?

Desmonta todos los argumentos que se han utilizado contra el independentismo por parte de los estados-naciones. Cuando siempre han pretendido asociar los procesos independentistas con confrontaciones, fracturas sociales y guerras, hoy se ven como ejercicios democráticos del derecho de los pueblos a decidir su futuro. Quienes están en una posición cada vez más incómoda son los estados que se niegan a reconocer ese derecho.

De plantear la inviabilidad económica de las naciones sin estado fuera del ámbito de protección de los mercados de los estados-nación, se ha pasado a ver la constitución del estado propio como instrumento indispensable para la construcción del futuro económico y social de esas naciones. Aquí mismo, lo que hasta hace poco se veía como utópico se empieza a ver como posible y necesario.

Los soberanistas escoceses acusan al Gobierno británico de ejercer el «proyecto del miedo» para disuadir de la independencia. ¿Cuáles son, por contra, los argumentos de los independentistas para votar a favor de la creación de un estado propio?

La campaña del «No» («Mejor juntos») no ofrece nada ante el referéndum. Esperan ganar sacando a pasear los miedos ante una Escocia independiente.

De la larga serie de argumentos de la campaña del «Sí» («Yes Scotland»), destacaría algunos: 1) Nadie va a gestionar el futuro de Escocia mejor que la propia Escocia. 2) A Escocia le sale cara su pertenencia al Reino Unido, recibe menos de lo que aporta. 3) Con la independencia mejorarían los servicios públicos, porque ahora se paga en exceso por los actuales. Se ahorraría la parte correspondiente a grandes gastos del Reino Unido que no son de interés para Escocia. 4) Las reservas de petróleo y gas y el potencial en energía eólica marina y fuerza mareomotriz dan a Escocia una fortaleza económica que le permite ofrecer a la población escocesa un futuro de bienestar. 5) Escocia seguiría siendo parte de la Unión Europea. 6) Las altas inversiones en investigación y desarrollo, el prestigio de sus universidades... auguran a Escocia un futuro de mucho éxito.