Valencia Basket estaba lejos del alcance de Gipuzkoa Basket. Como dijera aquel, no era su guerra, y por ende, aunque perder por 29 puntos de diferencia duele mucho, tampoco es el fin del mundo. Obviamente, en el supuesto de perder en Illunbe ante el Joventut tampoco sería la hecatombe, pero en este caso la derrota dolería más a efectos clasificatorios. Es decir, la Penya sí es miembro de «la otra Liga», que además aún no conoce la victoria después de las dos primeras jornadas -aunque puso al Barça contra las cuerdas el domingo pasado-. Un adversario peleón, que sabe lo que es ganar en el Donostia 2016 Arena y que a sus descarados «cachorros» del bressol suma un recuperado Tariq Kirksay, pero al que los donostiarras intentarán batir.

«Perder nunca gusta, pero hay que reconocer que Valencia Basket hizo un partido muy completo. Nosotros, además, no tuvimos nuestro mejor día en cuestiones que no dependen de nosotros, como pudo ser el acierto. Ante un rival de esta categoría, hay que hacer las cosas perfectas; no vale hacerlas a un nivel 7 u 8, sino que nuestras reglas, sistemas, motivación... sean perfectas en cada una de las acciones del partido. Todo esto nos debe hacer aprender», reflexionaba Sito Alonso, antes de analizar a la escuadra verdinegra, sobre la que decía que «aunque no haya ganado, el Joventut ha competido bien los dos partidos, sobre todo contra el Barcelona, que fue un partido magnífico en el que mostraron su identidad y valores como club de cantera».

En opinión del preparador donostiarra, de cara al partido de esta tarde, «en primer lugar, hay que controlar su porcentaje de acierto en el tiro de tres puntos, algo difícil porque no solo tienen uno, sino varios especialistas capaces de meter tiros importantes. Además, ellos tienen un ritmo alto, sobre todo cuanto más jóvenes jugadores tienen en la pista, con mayor intensidad defensiva, y con la recuperación de Kirksay, que es un jugador especialista que siempre nos ha hecho mucho daño».

No obstante, la principal clave que expresaba Sito Alonso fue que «nosotros seamos capaces de llevar nuestro ritmo y los sistemas de juego como nos interesa. Jugar al ritmo del rival muy pocas veces dará resultado y tenemos que plantar en la pista lo que Gipuzkoa Basket quiere jugar en cada momento en el máximo número posible de minutos. Luego, además, está la recuperación de situaciones defensivas básicas: el uno contra uno, el lado débil... Aunque en este caso no solo hay que mejorar para este partido, sino para toda la Liga».

Diversas molestias

Gipuzkoa Basket sigue con las dudas de Huskic debido a sus problemas en un pie. Por ello, Sito Alonso destacaba que «ha sido una semana un poco extraña debido a varios problemas físicos, aunque pensamos que se debe a la acumulación de entrenamientos. Vemos con un poco más de precaución el tema de Goran Huskic, que se ha ido incorporando a los entrenamientos, pero paulatinamente. En función de cómo esté su pie en los momentos antes del partido, decidiremos si se cambia para ayudarnos o no».

Si el pívot serbio no está disponible, David Doblas volverá a ser el principal referente interior de Gipuzkoa Basket. Será, en todo caso, un partido extraño para el de Pedreña, toda vez que se verá las caras con Albert Miralles, un jugador que fue compañero en Donostia durante dos campañas-la 2009/10 y la 2010/11-, y con el que labró una buena amistad .

Miralles, junto a Savané y Kirksay, forma parte de la «guardia pretoriana» de veteranos de Salva Maldonado, mientras que jugadores como Barrera, Vives, Suárez, Ventura, Llovet, más los juniors Caaven y Agustí Sans, conforman la nueva camada de la cantera verdinegra. Pese a la baja de Cochran, y el añadido de Shurna y Joseph, los catalanes querrán añadir un triunfo a su carácter luchador.