BIDASOA 22

BARCELONA 34

El Barcelona se llevó los puntos de Artaleku -como no podía ser de otra forma-, y la admiración de los aficionados bidasotarras, con cola incluída tras finalizar el partido para obtener los autógrafos y obsequios que repartieron los jugadores blaugranas. Pero poco más. El partido no le sirvió para nada a Xavi Pascual, porque el rival no tenía nada que ver con los que se encuentra en la Champions League -su verdadero reto de esta temporada-, y ni siquiera tuvo que apretar en ningún momento.

Al Bidasoa sin embargo las cosas le salieron bien, muy bien, si exceptuamos lo de los dos puntos, pero como no contaban con ellos nadie los echó en falta, y durante el partido el público -con buen criterio- disfrutó con sus jugadores, porque pudo ver buenas acciones aprovechando que el Barça dejó hacer y se portó como un invitado considerado con su animoso anfitrión.

Pero el mayor éxito fue ver las gradas de Artaleku llenas, por lo que supone de apoyo al equipo, tanto anímico como económico, un apoyo que será vital en la pelea por la permanencia y que el club debe tratar de mantener. Los primeros diez minutos representaron una especie de ilusión de igualdad. El Bidasoa se puso por delante hasta por 3-1 aprovechando los balones que le llegaban a Ugarte en el pivote y la actividad de David Rincón -uno de los destacados ayer-.

El Bidasoa mascaba sus ataques con paciencia, frente a la nula agresividad de la defensa rival, mientras el Barcelona empezaba a resolver cada acción de ataque en cuatro pases. Casi un minuto movían el balón los irundarras en cada jugada antes de rematar, y cinco segundos los blaugranas para marcar (Zubiria solo paró tres remates en la primera parte, y todo lo demás que lanzó el Barça fue gol).

Solo las pérdidas de posesión interrumpían el ciclo goleador visitante, que como un sirimiri iba engordando su casillero de goles y la ventaja, porque Saric primero, y luego Sterbik -tras el balonazo en la cara de Azkue al portero bosnio que le llevó al banquillo en el minuto 26, para no volver a salir- frenaban a los irundarras, que encontraban buenas posiciones de remate gracias a su buen juego... y también a la permisividad visitante.

Tras el descanso el Barcelona se desperezó un poco, se mostró más activo en defensa, sobre todo atacando las líneas de pase, y con un parcial de 1-6 llevó el marcador al 13-25 en seis minutos, que acabaron con una fuerte acción defensiva de Noddesbo sobre Mujika, que sorprendió sobre todo porque alteraba el plácido ritmo del partido, y significaba la primera exclusión.

Pero el Barça volvía a levantar el pie del acelerador, dando vidilla otra vez a los irundarras, que la aprovecharon para seguir con su guión, aprovechando la inmejorable ocasión jugando bien, con paradas de mérito de Otegi -que tuvo un pequeño pulso con Stranovsky, que falló tres remates seguidos antes de marcar su 7º gol-, algunos buenos lanzamientos de Jauregi...

El partido se fue acercando a su final, que el público recibió con aplausos a ambos equipos, pero sobre todo al suyo, que hizo todo lo que pudo en un partido que debe servirle para seguir progresando. Eso será dentro de 15 días, porque el próximo fin de semana no hay Liga, y para entonces el Bidasoa espera contar con dos nuevos jugadores para reforzar su primera línea.

Uno será el recuperado Alvarez, que ayer se sentó en el banquillo aunque no llegara a jugar, pero que estará listo para la visita al Ciudad Encantada. El otro, un lateral balcánico al que se espera el próximo lunes, gracias al ingreso extra que ha supuesto la aportación de Brioche Pasquier esta misma semana.