El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el primer secretario del PSC, Pere Navarro, se reunieron ayer en el Palau de la Generalitat con el president, Artur Mas, a quien expusieron la todavía indefinida propuesta de reforma constitucional del PSOE, en clave federal. Así lo explicó Rubalcaba, que propuso a Mas un referéndum sobre la reforma constitucional en vez de una consulta sobre la independencia, una manera de «votar para seguir juntos», en vez de «votar para romper», según explicó.

Rubalcaba también dejó claro cuál debe ser, según su opinión, el orden de los factores: primero un nuevo pacto entre partidos y luego, si es preciso, el refrendo popular.

Frente al habitual discurso de normalidad propagado desde el Estado, Rubalcaba reconoció ayer que «hay un problema de convivencia entre Catalunya y el resto de España», por lo que se ofreció a ejercer de intermediario entre las distantes posiciones del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y Mas. «El tema de Catalunya es un tema de Estado y los socialistas siempre vamos a estar en los temas de Estado», añadió.

Pero el propio Rubalcaba fue quien evidenció lo limitado de su propuesta, al admitir que no comulga con muchos de los argumentos de Mas y asegurar que a Rajoy «no le gusta la idea de reformar la Constitución». De hecho, Rubalcaba no lo tiene fácil ni en su propia casa. También ayer, la excandidata a liderar el PSOE Carme Chacón regresó al Estado español para cargar contra el independentismo y advertir de que «es un error hacer el juego a Mas». Por todo ello, el líder del PSOE concluyó que «la situación es difícil y no va a ser fácil encontrar una solución».

Propuesta de Estado

Un diagnóstico compartido por el Govern, que, a través de su portavoz y conseller de Presidencia, Francesc Homs, insistió en que la única salida posible es la consulta soberanista, aunque agradeció a Rubalcaba la visita y consideró que empieza a haber «un consenso sobre el diagnóstico» de la situación en Catalunya, que contrasta con la sensación anterior de que «ni siquiera había un problema».

De todos modos, Homs señaló que «cualquier propuesta que llegue de Madrid debe ser una propuesta del Estado en su conjunto». Una clara alusión al PP y a Rajoy, que ayer mismo zanjó cualquier debate rechazando de plano una reforma constitucional. «Ir a no se sabe dónde no es la solución», sentenció.