BBVA y Caixabank dieron a conocer los resultados de su actividad bancaria en los nueve primeros meses del año. Ambos presen- taron unas cuentas económicas positivas. El banco que preside Francisco González cerró los nueve meses con 3.077 millones de beneficios, un 85,8% más que hace un año, mientras que el banco que preside Isidre Fainé cerró con 458 millones, un 164,5% más.

La actividad bancaria vuelve otra vez a dar récord de beneficios, como se ha demostrado estos dos últimos días.

BBVA, además, anunció ayer que ha cambiado su política de dividendos para 2014. Volverá a pagar a los accionistas en efectivo y se reservará parte del mismo para «financiar el crecimiento en países emergentes», como explicó Angel Cano, consejero delegado del banco, que tiene su sede social en Bilbo.

China, Colombia y Turquía

Aseguró que BBVA sigue pensando estar en China y Colombia. En la potencia asiática quiere llegar a más acuerdos estratégicos en la región, a pesar de haber reducido su participación en el China Citic Bank (CNBC). La semana pasada vendió un 5,1% del chino para reducir su participación al 9,9%, y evitar así la penalización de la nueva directiva de Basilea a inversiones superiores al 10%. A juicio de Cano, esta desinversión no supone ningún cambio en su alianza estratégica con su socio en la región, sino que el banco confía que haya más acuerdos en el futuro.

En Colombia quiere extender su participación y elogió «el potencial de Turquía, donde posee el 24,9% de Garanti». En este caso, BBVA tiene una opción de compra, que vence en marzo de 2016, para hacerse con el control de esta entidad. Ayer no desveló las intenciones finales del banco, aunque la mayoría de analistas aseguran que si los resultados marchan en positivo «dará el paso».

El consejero delegado de BBVA advirtió de que BBVA quiere «seguir ganando cuota de mercado en España, región en la que ha ganado un 53,8% menos, hasta 477 millones, sobre todo por el impacto de la eliminación de las cláusulas suelo de las hipotecas, que ha reducido sus ingresos en 264 millones».

Tampoco le ha ido bien el negocio inmobiliario, dado que ha perdido 845 millones y la tasa de morosidad alcanzó el 6,2%, un porcentaje que se eleva al 6,7% en todo el grupo, después de la reclasificación de 3.864 millones de créditos refinanciados.

Integración de Banca Cívica

CaixaBank obtuvo en los nueve primeros meses de este año un beneficio neto de 458 millones, un 164,5% más que en 2012, una vez completada la integración contable de Banca Cívica y de Banco de Valencia.

La entidad que preside Isidre Fainé y que dirige Juan María Nin ha efectuado hasta setiembre unas provisiones de 5.956 millones y ha cubierto en el primer semestre el impacto de los nuevos criterios de clasificación y provisión de los préstamos refinanciados.

La aplicación de esta revisión ha supuesto la clasificación de 3.287 millones de euros como saldos dudosos y un aumento de las provisiones asociadas de 540 millones, de los que 375 se han registrado con cargo a resultados del ejercicio. La morosidad del grupo alcanza el 11,4%, por debajo de la media.