Cifras-tópicos sobre las migraciones
Dabid LAZKANOITURBURU | Periodista
Un análisis del fenómeno migratorio obliga a asumir que marcará sin duda los avatares de este siglo, pero permite a la vez contextualizar lo que desde lecturas interesadamente alarmistas se presenta como un problema de una entidad desconocida y por tanto magnificada.
Los inmigrantes, las personas nacidas en un Estado distinto del que residen, representan a día de hoy el 3% de la población (eran solo el 2% en 1970). Son 191 millones de seres humanos y si los juntáramos en un solo país este sería el quinto país más poblado del planeta.
Puede parecer mucho y lo es, pero la cuestión se relativiza si tenemos en cuenta que vivimos en un mundo global en el que las distancias se han achicado hasta extremos inimaginables.
Y, ya puestos, cifras las hay para todos los gustos. Como tópicos que las manejan o las ocultan a su antojo.
Contra lo que se piensa, el 48% de las migraciones de los países empobrecidos tienen como destino otros países empobrecidos. No el mundo llamado rico.
Por lo que toca a este, el debate migratorio en EEUU adquiere su verdadera dimensión si tenemos en cuenta que, desde 1820 hasta 1979, más de 49 millones de personas llegaron al país fundado en 1620 por los peregrinos del Mayflower.
Si EEUU es un país de inmigrantes Europa ha sido hasta hace poco un continente de emigrantes. 18 millones de italianos, 3,5 millones de irlandeses, dos millones de alemanes... emigraron entre finales del XIX y comienzos del siglo XX.
La emigración es un fenómeno consustancial a la humanidad. Lo que no lo es es su tratamiento criminal. Y ahí sí que las cifras hablan por sí solas. De muerte. Sin tópicos.