La diputada de Movilidad e Infraestructuras Viarias de Gipuzkoa, Larraitz Ugarte, aseguró en una entrevista ofrecida a Efe que el Gobierno foral ha descartado la posibilidad de implantar durante esta legislatura peajes a los vehículos ligeros en las vías de alta capacidad que actualmente son gratuitas: N-I, A-15, N-121 y GI-632. De esta manera, la norma foral quedaría limitada al transporte pesado.

En ese sentido, Ugarte consideró que no tendrían que existir obstáculos para un acuerdo con los partidos de la oposición para que el proyecto que tiene como objetivo financiar el mantenimiento de las carreteras del territorio a través de peajes salga adelante, para lo que debe ser aprobado en las Juntas Generales de Gipuzkoa.

«Queremos evitar todos los escollos que puedan ser conflictivos. Todos coincidimos en que tiene que ser peaje para pesados en virtud del uso, de la distancia, y no del tiempo, en redes actualmente libres. Deberíamos llegar a un consenso en breve», apuntó la diputada.

Recordó que los ingresos brutos en concepto a los peajes a vehículos ligeros se habían calculado en doce millones de euros anuales y que la recaudación prevista con el peaje al transporte pesado es de casi 27 millones. El planteamiento sería que la Diputación invirtiera en las infraestructuras viarias 266 millones en diez años. En este sentido, aseguró que las carreteras pasarían a estar «en unas condiciones mucho mejores» y dejaría la «fase curativa» en la que se encuentran actualmente al no poder hacer frente al mantenimiento extraordinario y a las adecuaciones o inversiones por falta de financiación. «El presupuesto de hoy en día llega únicamente para cubrir el mantenimiento ordinario», precisó.

«Tecnológicamente intachable»

Las cifras anteriormente mencionadas estarían ligadas al sistema Arkupe, que supondría la instalación de catorce arcos que leen de forma automática la matrícula y facilitan el cobro mediante el sistema Vía-T. Al respecto, Ugarte subrayó que este sistema «puede ser perfectamente aceptado por los grupos de la oposición», quienes han mostrado sus dudas acerca del posible fraude por parte de los conductores extranjeros.

«El proyecto es tecnológicamente intachable y sería viable durante 30 años o más. Está funcionando en otros lugares del mundo con un notable éxito», reivindicó. Aunque aceptó que puede haber posibilidades de fraude, lo situó en un 5%, ya que, según Ugarte, «existen mecanismos tecnológicos y jurídicos suficientes para que el porcentaje de fraude no sea superior».

También afirmó que la Diputación está abierta a cualquier aportación de los partidos que forman la oposición en las Juntas, aunque dudó de que existiera una alternativa más adecuada que el sistema Arkupe, «que es fruto de la labor de varias decenas de técnicos que han trabajado por la mejor solución».

«No es una propuesta política, es técnica, es una propuesta para que salga. Nuestro objetivo es llegar a un acuerdo para que el problema que tiene Gipuzkoa con la financiación de las carreteras se resuelva en esta legislatura. Arrastrarlo a la siguiente agravaría el problema, con la deuda que tiene además Bidegi», enfatizó. Ugarte ya adelantó en una entrevista ofrecida a GARA que su gobierno no puede dejar este «lastre» para la siguiente legislatura, aunque dejó claro que lo que les ha tocado gestionar ha sido una «herencia» del PNV.

Por ello, emplazó a las formaciones de la oposición a que contribuyan a mejorar el proyecto. «Quiero conocer sus propuestas para ver si son técnicamente factibles y económicamente viables», aclaró. En ese sentido, agregó que es la hora de que los partidos «se pronuncien y digan que están dispuestos a dialogar para conseguir un acuerdo». Sin embargo, aclaró que todavía no ha recibido respuesta de ninguno tras el encuentro que mantuvo con ellos hace dos semanas.