Los pronósticos se cumplieron al lograr el partido socialdemócrata CSSD la victoria ayer en las elecciones legislativas celebradas en la República Checa, aunque los resultados han supuesto un auténtico terremoto político en el país, con una victoria agridulce de la socialdemocracia, la llegada al Parlamento de dos nuevos movimientos de protesta y el descalabro de la derecha. El ajustado triunfo del CSSD, al obtener el 20,5% de los votos -1,6 puntos porcentuales menos que hace tres años-, y la fuerte irrupción del nuevo movimiento ANO 2011, que dio la sorpresa al lograr el 18,6% de apoyos y relegar al tercer lugar a los comunistas del KSCM (14,91%), dificulta la formación de un Gobierno de coalición.

El KSCM -3,6 puntos más que hace tres años- se situó por delante del hasta hace poco gobernante TOP 09 (liberal), con el 12% -4,7 puntos menos que en 2010-.

La gran perdedora fue la derecha del ODS, en el Gobierno hasta junio, que bajó del 20% al 7,7%, castigada por un escándalo de corrupción que hizo dimitir a su Ejecutivo hace cuatro meses.

También entran en el Parlamento la hasta ahora extraparlamentaria KDU-CSL (democristiana), con el 6,8% de los votos y otro nuevo grupo considerado populista Usvit (Alborada de la Democracia Directa), del senador y empresario de origen japonés Tomio Okamura (6,9 %).

Alianzas complicadas

El reparto de escaños que sigue a estos comicios, en los que la participación fue del 59,5% -tres puntos menos que en 2010- complica la formación de alianzas, después de una legislatura con empate técnico entre la oposición y la derecha gobernante.

Los socialdemócratas consiguieron 52 diputados, cuatro menos que hasta ahora, mientras que el neopopulista Andrej Babis se estrenará con 48 escaños, con lo que ambos partidos alcanzan juntos la mitad de los 200 asientos del Parlamento.

Los comunistas contarán con 34 escaños, cantidad insuficiente para dar siquiera apoyo tácito a un Ejecutivo minoritario del CSSD. Ambos sumarán 83 asientos, muy por debajo de la mayoría que esperaban.

«No es el resultado que esperábamos», admitió el líder socialdemócrata Bohuslav Sobotka, que esperaba lograr en torno al 30% de los sufragios, que le hubiera permitido formar un Gobierno en minoría apoyado por el KSCM.

«Queremos formar Gobierno y empezar las negociaciones, aunque es una Asamblea muy atomizada y nos esperan discusiones difíciles, pero asumimos el desafío. Entre las primeras alternativas figuran un Gobierno en minoría y un Gobierno de coali- ción», señaló Sobotka.

Su difícil posición negociadora se acentuó al no entrar en la Cámara el segundo partido socialdemócrata, el SPOZ del presidente checo, Milos Zeman, que solo obtuvo 1,5% de los votos.

Babis, «ganador moral» de estos comicios, aseguró que ANO no se prepara para entrar en el Gobierno sino para «imponer importantes leyes en el Parlamento», y excluyó cualquier cooperación con el KSCM y con el ODS y el TOP 09. También dijo no poder imaginar «ahora» una colaboración con el CSSD con su actual programa. El magnate, segundo hombre más rico del país, volvió a insistir en que prefiere quedarse en la oposición y, desde ahí, llegar a acuerdos puntuales.

De las urnas también se desprende el descalabro de la derecha del ODS, que baja de 53 a apenas 15 diputados. Sus socios de Ejecutivo en estos últimos tres años, los liberales del TOP 09 bajan de 41 a 25 legisladores.