Eibar y Barcelona B compartieron suspiro de alivio la pasada jornada. Ambos pusieron fin a su mala racha reencontrándose con la victoria, ante el Mirandés los armeros, en Mendizorrotza los catalanes. Pero aliviadas las urgencias y frenadas las ansiedades, las necesidades se mantienen.

Similares en ambos casos porque los dos equipos azulgranas comparten situación. Con trece puntos -aunque un puesto por encima para el filial culé, gracias al golaverage-, apenas dos les separan de los puestos de descenso, con lo que un tropiezo volvería a dejarles asomados al borde del abismo.

El Eibar, que no pocas veces se ha sentido más cómodo a domicilio, tirando de velocidad para aprovechar huecos, viaja con ganas de enlazar dos triunfos por primera vez esta temporada y «dar un golpe encima de la mesa». Pero también es consciente de que esta vez puede no bastarle con mantener el orden defensivo ante un rival que monopoliza la pelota. «Tenemos que intentar tener el balón», asegura Gaizka Garitano, que también recalca la necesidad de «mejorar a balón parado. Últimamente no lo hacemos y lo necesitamos en este tipo de partidos».

El técnico contará con un recurso ofensivo más para la cita, una vez recuperado Gilvan Gomes. También tiene el alta Eneko Bóveda, pero en el equipo han optado por la prudencia y el lateral vizcaino se quedó en casa junto al lesionado Aitor Arregi y, por decisión técnica, Jota Peleteiro e Irazusta.

El Barcelona, por su parte, recupera a Dongou, aunque no estará en la alineación titular. Eusebio Sacristán admite que la victoria ante el Alavés «nos ha dado más ánimo» y confía en que su equipo mantenga «la línea de intensidad y solidaridad que está ofreciendo».