Tras ver las imágenes en televisión, Damià Abella se reafirmó «en las sensaciones que tenía en el campo», en el sentido de que Gameiro «gana la posición, intento impedirle el avance con un poco de contacto, pero le dejo y, cuando llega a la altura de Arribas, cae. Bajo mi punto de vista, si el árbitro considera que le derribo yo, no es ocasión manifiesta de gol y no es tarjeta roja», argumentó.

El club ya ha enviado alegaciones al Comité de Competición, en el sentido de que el futbolista catalán no es el causante de la falta y, si no se considera así por dicho órgano sancionador, que se tenga en cuenta que no era una ocasión manifiesta de gol al encontrarse otro compañero -Arribas- en similar posición. «Espero que el Comité lo interprete así, incluso hubo un momento de confusión para interpretar quién había sido y a quién le sacaba la tarjeta. En todo caso, no sé si es injusta o no, pero sí excesiva», señaló.

Damià reconoció que resultó tan afectado por la jugada que «no pude ver la segunda parte, me quedé en el vestuario». Y que dicho lance determinó el devenir del encuentro. «Hasta mi expulsión, el Sevilla propuso y lo intentó, mientras que a nosotros nos costó un poco, pero a la contra parecía que teníamos nuestras opciones de marcar», apuntó el jugador catalán.

Ahora toca pensar en el encuentro de mañana, «que no es un partido más, sino el momento de certificar esa mejora del equipo con una victoria que nos permitiría salir matemáticamente de los puestos de descenso y superar a un rival que está abajo como nosotros». Y no va a ser un duelo para nada fácil. Damià pronosticó que se tratará de «un partido disputado ante un equipo que suele llevar la iniciativa en el juego. Primero tenemos que pensar en el Rayo, luego ya vendrá el viaje a San Sebastián», comentó.

Cejudo da el susto matinal

Álvaro Cejudo, que ya está disponible para Javi Gracia tras cumplir su sanción de tres partidos, dio el susto del entrenamiento matinal al sufrir un golpe en el tobillo izquierdo en un lance con Ariel Núñez. El jugador cordobés necesitó hielo para aminorar la hinchazón que le provocó el lance y se temió por su concurso para mañana, a la vista de la escasez de hombres de banda del equipo.

Sin embargo, posteriormente los servicios médicos restaron importancia a la dolencia del futbolista cordobés, que podrá ser de la partida si no surge ningún contratiempo. Por otro lado, Raoul Loé entrenó con sus compañeros -no se prevé que sea alta médica- y Armenteros comenzó a tocar balón.