Los colectivos sociales de Bizkaia y los representantes de los trabajadores en el Servicio Vasco de Empleo (Lanbide) de ELA y LAB unieron ayer sus reivindicaciones en Bilbo para demandar «un servicio público de calidad y por unas prestaciones sociales dignas».

Javier Naveda, de ELA, y Leire Trigueros, de LAB, rechazaron los recortes aprobados por el Ejecutivo de Gasteiz porque «han supuesto un deterioro de las prestaciones sociales, de la calidad del servicio y de las condiciones laborales de la plantilla». Ante la oficina de Lanbide de Mazarredo de Bilbo, ambos representantes sindicales denunciaron «que las Ayudas de Emergencia Social (AES) siguen sin ser un derecho, y que debido a la muy insuficiente dotación presupuestaria que realiza el Gobierno vasco, ha dado lugar a que en seis meses se haya agotado su presupuesto».

Naveda y Trigueros añadieron otras irregularidades como «que se han reducido en un 7% las prestaciones sociales» que perciben las familias afectadas por la pobreza y la exclusión. «O que se deje sin prestación a mucha gente por los nuevos criterios aprobados por el Gobierno para la gestión de la Renta de Garantía de Ingresos». A la vez que lamentaron «el retraso que se acumula en la atención a las personas usuarias».

Según calculan las centrales sindicales y los colectivos, «con estos recortes habrá unas 20.000 familias que quedarán fuera del acceso a las ayudas de emergencia social para cubrir necesidades básicas».

A esta dura realidad, la acompañaron con las condiciones laborales que padece el personal de Lanbide. Con la intención de recortar la plantilla «cuando la pobreza y el paro aumentan».