Si lo que cuenta es ganar, Bilbao Basket sigue con paso firme en la Eurocup. Si lo que cuenta es valorar la evolución del juego de los hombres de negro, entonces Rafa Pueyo tiene trabajo por delante. El conjunto bilbaino sufrió más de la cuenta frente a un Elan Chalon que apenas existió hasta el tercer cuarto, y que después llegó a inquietar si no al plantel local, sí al menos a la hinchada. Tal vez fuera por relajarse antes de hora, viendo que el marcador atestiguaba una fácil ventaja, 50-31, más allá del ecuador del choque, pero lo cierto es que el apagón fue morrocotudo, y de no haber sido por la veteranía de Raül López y Gabriel, quién sabe lo que hubiera podido suceder.

Hasta que llegó el sobresalto final, el detalle más significativo fue que Rafa Pueyo prescindió por completo de Carmichael, y que prefirió emplear a Bertans como base mientras que Grimau jugó de escolta a tiempo completo. Asimismo, en los primeros compases se vio una defensa en zona 3-2 que confundió por completo a Elan Chalon. Esa confusión dio la ventaja de inicio a los hombres de negro, que a partir de irse 27-14, se dedicaron a administrar su renta. Kavaliauskas, capitán general en el apartado físico y amo de las zonas hasta que las faltas limitaron su juego, fue el referente de los primeros minutos.

Pero Bilbao Basket no remató el partido y de la mano de Slaughter y Capela, la escuadra gala empezó a crecer. Si al receso se llegaba 43-29, después del 50-31, Elan Chalon entró de lleno al partido con un parcial de 0-10. Los bilbainos no apretaban atrás como al inicio y entre los robos de Slaughter y algunas canastas de Brockman, el conjunto francés llegó a situarse a siete puntos, 64-57, mediado el último período.

Con todo, los veteranos de Pueyo -un quinteto formado por Raül López, Grimau, Mumbrú, Hervelle y Gabriel- evitaron cualquier clase de sorpresa templando el duelo y con un par de canastas del base de Vic. Con todo, muchas sombras.