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Raimundo Fitero

El bucle

Es posible reintegrar los mil trabajadores despedidos de manera irregular por el ente público Canal 9 de Valencia? Una sentencia ha anulado el ERE que habían hecho de manera precipitada y con intereses poco confesables los irresponsables del ente público valenciano. Después de un año los tribunales les dan la razón a los trabajadores, pero la pregunta es oportuna, ¿es posible dar esa marcha atrás, pagar los meses adeudados, ajustar de nuevo la televisión autonómica valenciana a esa nómina? No hay duda que hay que celebrar la victoria de los trabajadores y sus abogados, pero una vez superado el impacto emocional, viene la mirada fría a la realidad económica actual y ahí es donde la situación no parece muy viable.

Porque ese ERE formaba parte de una estrategia de desmantelamiento de un juguete que ya han amortizado los irresponsables de un gobierno de la banda organizada que ha tenido en Valencia, y en el propio Canal 9 algunos de los episodios más escandalosos de la corrupción económica, sin olvidarnos de la más grave corrupción informativa llevada al extremo más cafre, de la censura ejercida d manera inmisericorde, de la conversión de ese canal en una televisión de partido, o de parte del partido. Algo de difícil encaje en una sociedad democrática.

Pero es que además se intuye que los hijos de Bárcenas se dedican a descapitalizar de personal los entes públicos para privatizarlos y dejarlos en manos de empresas amigas. Por cierto, una cosa muy ligada, si en el caso Gürtel valenciano uno de los iconos fue ese individuo conocido como «El Bigotes» resulta que es ahora mismo uno de los accionistas que está intentando reflotar Intereconomía. Aquí no se da puntada sin hilo.

Pero decía lo del bucle, porque al ver la lógica alegría de los trabajadores de Canal 9, a la espera de que se cumpla la sentencia, me ha venido a la cabeza lo que sucedió en los años setenta con TVE, que su nómina se iba ampliando hasta el infinito debido a que se ganaban todos los casos en Magistratura. Después vinieron los desajustes, lo imposible, la idea de que muchos profesionales cobraban sin ir, o haciendo pasillos. No es el caso, pero he entrado en el bucle y me mareo.

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