PP y UPN han decidido sacar la Disposición Transitoria Cuarta de la Constitución española, que regula la posibilidad de incorporación de Navarra a la CAV a través de una consulta popular, de la esterilidad en la que ha permanecido desde que la dictaran, para pedir que sea derogada. Para Sanz, y en eso coincide con Carlos Chivite que se suma a la propuesta de borra y tacha, «después de 25 años el apartado institucional ha perdido efectividad». Bueno, pero gastado por el uso no está, ¿no?

Y no es la Transitoria Cuarta ni ninguna otra disposición, título o artículo de una constitución que no es ni de este pueblo, ni para este pueblo, y a la que este pueblo ya dijo NO en su momento, la que puede y debe preocuparle a Navarra, sino la diligencia de sus mandatarios en dejar atado y bien atado el modo de privarle, otra vez, de la posibilidad de decidir. Viejo vicio éste de que la voluntad de los navarros se decida sin dejar hablar a los navarros. Viejo, pero no lo suficientemente afianzado como para que deje de ser peligro y amenaza la sola posibilidad de una consulta popular.

Ahora que les vence el nerviosismo, se revelan con claridad más que meridiana, las posiciones y pretensiones de aquellos defensores de la «diferencialidad» de Navarra. Se va perfilando la Navarra que persiguen quienes abogan por suprimir, a toda costa, el derecho de los navarros a decidir: la Navarra foral y española por la que claman, con tan poco de foral y tanto de española, sometida y silenciada; privada de su identidad, de sus raíces, de su historia, y, además y sobre todo, de la libertad de sus gentes; fundida y confundida en el espacio al que la llevaron, por la fuerza, hace quinientos años.

Del Burgo señalaba recientemente que «habrá que recordar el viejo lema de los Infanzones de Obanos: ‘Pro libertate patria, gens libera state’». Lo que viniendo de uno de los capitanes de lo que llama la «vocación española» de Navarra es más que sorprendente. La antigua Junta de los Infanzones de Obanos nació para preservar las libertades populares y la independencia y corregir los abusos y la impunidad de la nobleza. Tenía una hermosa divisa: «En pie los hombres libres por la libertad de la Patria». Los miembros de la Junta fueron perseguidos, multados, encarcelados y muchos de ellos ejecutados. No sé si este tipo de respuesta a la lucha por las libertades les suena de algo. Y no sé qué es lo que pretende Del Burgo que recordemos, si sólo el lema, porque el latín queda muy docto, o todo lo demás. Pero podemos asegurarle que por la libertad de esta tierra y la libertad de sus gentes llevamos mucho, pero que mucho tiempo en pie. Y seguiremos. -