GaraAzkenak - Paperezkoa - English Edition  |  Le Journal
EUS | ES | FR | ENG
 » PAPEREZKOA
  -Aurkibidea
  - EuskalHerria
- Jendartea
- Ekonomia
- Iritzia
- Mundua
- Kultura
- Kirolak
 » AZKENORDUA
 » ENGLISH EDITION
 » DOSIERRAK
 » DOKUMENTUAK
 » IRUDITAN
 » HEMEROTEKA
 » Produktuak
Gara > Idatzia > Jendartea 2006-08-02
Ziburu, «ocupada» por los nómadas
Recibe miles de visitantes y turistas durante el verano. Sin embargo, algunos son «particulares» y la vida cotidiana de la población autoctona resulta alterada por los centenares de caravanas de nómadas que se instalan en la localidad. Ayer,el alcalde convocouna concentracionpara solicitar ayudaa la prefectura.piden que lospoderes publicoslos desalojen.

Es una foto poco habitual. No por el lugar, ya que la rotonda de la entrada de Ziburu es un emplazamiento frecuentado para todo tipo de manifestaciones, sino por la razón de la convocatoria y por el protagonista de la misma: nada más y nada menos que el Ayuntamiento de la localidad costera. ¿El motivo? Exigir a la Administración del Estado, a la Prefectura, medios para desalojar a los centenares de nómadas que desde la semana pasada se han instalado ­«ocupado», dicen algunos­ en las cercanías del estadio, al borde de las aguas del Urdazuri.

Este año, el ambiente se ha crispado mucho y se nota. Entre la cincuentena de ciudadanos que han acudido a acompañar a los electos de la mayoría (UMP) del Consistorio, los únicos que han secundado el llamamiento del alcalde Guy Poulou, las quejas resultan patentes. «No hacen nada. ¿Hasta cuándo hay que aguantar esto? Se están envalentonando», son frases que repiten los concentrados.

Desalojar el «problema»

Reclaman que los poderes públicos se hagan cargo del «problema», ya que Ziburu no tiene los recursos suficientes. Hacerse cargo significa desalojar a los cientos de nómadas que, procedentes de diversos lugares del Estado y de Europa, se encuentran actualmente en su ciudad.

«Queremos ver al prefecto aquí», dice una ziburutarra que se declara exasperada porque todos los años la cantinela se repite:«Estamos hasta el gorro. Acabamos de realizar importantes obras de renovación en el estadio y lo están dejando todo hecho un asco. Yo vivo en Sokoa y cuando vienen a la playa lo ponen todo perdido. Además, siempre arman jaleo. El otro día, sin ir más lejos, hubo una pelea y tuvo que venir la Policía Municipal y hasta dos furgones de los CRS para poner orden. El propio alcalde se desplazó hasta el lugar».

En términos parecidos se expresan otros vecinos, unos más enojados que los demás. Incluso algunos de ellos matizan las declaraciones realizadas por una persona que quiere cortar la carretera, «pero no por media hora, porque sino esto no vale para nada. ¿Qué pasa?¿Que al final van a tener más derechos que nosotros?». «No es mala persona ­dice su convecino­; ya sabe, a los de aquí nos dicen kaxkarot y lo somos un poco».

La patrona de un bar de comidas reconoce que, desde que hace dos años su establecimiento fue atracado, no está tranquila: «Estoy todo el rato mirando quién entra, y por las tardes cierro el bar. Sé que eso me acarreará pérdidas, pero tengo miedo y prefiero cerrar mi establecimiento».

Ninguno de los participantes en la protesta acepta que la iniciativa tenga un carácter xenófobo. «Comprendemos que los nómadas necesiten un sitio donde instalarse, pero una localidad tan pequeña como la nuestra no puede hacerse cargo de tal cantidad». Sin embargo, admiten que nunca se han movilizado para solicitar una solución definitiva a la Administración, a la que hacen responsable de no poner las medidas necesarias para acoger a «la gente de viaje», tal y como se les define en francés.

Algunos turistas que debido al mal tiempo no han ido a la playa preguntan curiosos qué es lo que ocurre, sobre todo al ver que entre los que sostienen la banderola que reza “Socorro. Ziburu pide ayuda a los poderes públicos” se encuentran cargos electos que portan la banda tricolor cruzada en el pecho. Entre ellos está también la concejala encargada de Asuntos Sociales, Marie Josèphe Watier de Caupenne, que constata que ningún miembro de la oposición ha secundado la convocatoria a pesar de que el alcalde invitó a toda la Corporación a adherirse a la misma:«Creo que todos o casi todos están de acuerdo con nuestra demanda, pero quizás no estén de acuerdo con este método».

El concejal abertzale Ramuntxo Mintegi, desde luego, no coincide con ello. No ha estado presente en la concentración, pero, contactado inmediata- mente después de realizarse el acto, corrobora que no comparte la actuación del alcalde:«Creo que este tipo de iniciativas no arregla nada. Pueden valer para manifestar el desasosiego existente, pero no van más allá».

Mintegi deplora que se llegue a estos extremos:«La función de los electos es anticiparse a los problemas. Sabemos que esto ocurre todos los años, pero, sin embargo, el equipo gobernante no lo aborda como es debido. No hemos sido convocados a ninguna comisión para tratar la cuestión. Comprendo que es un tema difícil al que Ziburu solo no puede darle una salida. Las mancomunidades, e incluso el propio Departamento, tendrían que ser parte de la solución».

Una solución que para Mintegi pasa por respetar el derecho de todos, «también el de los nómadas que, tras el genocidio de la II Guerra, vieron por fin reconocidos sus derechos. Además ­añade­, nosotros mismos, los vascos, hemos tenido que trashumar y, por tanto, deberíamos hacer un esfuerzo suplementario para entendernos entre todos. Hay que dedicar el tiempo necesario a una cuestión tan compleja».

«Lleva bola»

Durante la media hora larga que dura la concentración en la que también se puede ver al alcalde de Donibane Lohizune, Peyuco Duhart, hay algunos momentos de tensión. Cuando ven acercarse a la rotonda furgonetas con matrículas de departamentos distantes, irrumpen en la calzada ­eso sí, ayudados en el gesto por los policías municipales­ para bloquearlas y se encaran a sus ocupantes durante unos minutos:«Ese era uno de ellos, seguro. El conductor no tenía pinta de gitano, pero la mujer no fallaba. Además, lleva la bola», exclama una de las manifestantes en referencia a la bola de enganche de la caravana. El dato será referencial para las otras autocaravanas que pasarán ante la concentración.

Por la mañana, el pastor Winsterstein ha ejercido de portavoz de la comunidad nómada, perteneciente en su gran mayoría a la iglesia evangelista, y se ha lamentado porque el alcalde Poulou no haya querido recibirle.

Winsterstein opina que ellos y sus hijos también tienen derecho a disfrutar de la playa y a reunirse una vez al año: «No es cierto todo lo que se está diciendo. Cogemos el agua, pero hemos abonado una cantidad previa al Ayuntamiento y abonaremos el resto al irnos. La conexión de la electricidad la ha realizado la EDF y tenemos un equipo de veinte personas que todos los días se encarga de la limpieza del emplazamiento. De todos modos, nos vamos el domingo».

Al parecer, tenían previsto pasar tres semanas en los Pirineos Atlánticos, una de ellas en la costa, pero, visto que su presencia origina situaciones de conflicto con la población, han decidido prolongar una semana su estancia en Ziburu para abandonar después el Departamento.

Una semana que para algunos ziburutarras será, sin duda, larga. Tal vez más larga que el resto del año, espacio de tiempo en el que, como se ha venido comprobando durante los últimos años, pocos se acordarán de «las gentes de viaje», aun siendo una ciudad que está acostumbrada a acoger todos los veranos miles de turistas, pero, eso sí, no tan atípicos.

Los ciudadanos y electos concentrados han recogido la banderola. En otra colocada estratégicamente en la entrada de la ciudad, se puede leer“Ciboure occupé. Ciboure en colère”. Una cólera que los electos de la mayoría municipal han prometido apaciguar. Un espectador de la protesta declara un tanto escéptico:«Ojalá se acuerden de hincar el diente a la cuestión durante el resto del año, para que situaciones y manifestaciones como ésta no tengan que repetirse, los ánimos no se encrespen aún más y el desencuentro entre las dos comunidades no se vaya ahondando y tengamos mayores problemas». -



Lapurdin ijito karabanak jasotzeko lur eremu bat eraikitzeko zain

BAIONA

Lapurdi eskualdea turismo gune nagusi bilakatu da, eta urtero ijitoz osaturiko karabana ugari jasotzen ditu udan. Berrehun bat karabanaz osaturiko taldeak joaten dira, eta horiek jasotzeko arazoak izaten dituzte herrietan. Hori gertatzen da, behintzat, Lapurdi kostaldean.

Astebete baizik egoten ez badira ere, urtero beren agerpenak arazo ugari sortzen ditu hainbat lekutan. Ijitoek diotenaren arabera, berriz, departamendu bakoitzean beren harrerarako hiru eremu handi eraikitzera behartzen du legeak. Pirinio Atlantikoa Departamenduari dagokionez, eremu bakarra dago, Pauen, hain zuzen ere. Lapurdi kostaldean ere, zenbait herritan, horien artean, Uztaritzen, Baionan, Angelun eta Ziburun harrera guneak daude.

Gune horiek sobera txikiak izaten dira berrehun karabana jaso ahal izateko. Eta, ijitoek, ebanjelistak izaki, beren artzainarekin bidaiatzen dute, eta, karabanekin batera otoitz guneak jartzen dituzte. Horretarako taldean egotea nahiago izaten dute.

Altsasun kanporatuak

Konponbide bat aurkitu arte eremu zabaletan finkatzen dira karabanak. Iritsi aurretik herriko etxeari, EDF elektrizitate banatzaileari eta Prefeturari gutunak bidaltzen dizkiete bertaratuko direla esateko. Angelun eta Uztaritzen bi talde kokatu dira berrikitan.

Altsasuko inguramenaren babeseko herriko poliziak berrehun bat lagunez osaturiko hirurogei karabanen kanpaldia utzarazi zuen. Europa osotik joandako ijitoz osaturiko karabana Sorozarreko gunean kokatu zen, A-1 bideko 400. kilometrotik hurbil, hain zuzen. Ikusiz udaletxea eta lurren jabearen baimena ez zutela, hogeita lau orduko epea eman zieten handik irteteko. Nafarroako Gobernuak iaz Orikaineko gunean mota bereko gertakaria izan zela esan zuen.



«Sólo pido ayuda para que se aplique la orden de expulsión»
Guy POULOU | Alcalde de Ziburu

Reconoce que es el problema de todos los años pero asegura que van a trabajar para crear un gran área en el Departamento para que los nómadas puedan instalarse todos juntos en ella.

­Una convocatoria como la de hoy no es corriente. ¿No teme que sea considerada como una iniciativa xenófoba?

No. Sólo estamos pidiendo la aplicación de la ley. Contamos con una orden de expulsión administrativa desde el lunes para que los nómadas evacuen nuestra instalaciones deportivas, pero no tenemos el apoyo de la fuerza pública para hacerla cumplir. Por eso pido ayuda.

­La ley dice también que hace falta tener terrenos adecuados para recibirlos...

La ley dice que si no se dispone de terrenos tienen que estar en preparación y nosotros lo tenemos contemplado en el Plan de Ocupación del Suelo. De todos modos, unas zonas para acoger cincuenta personas no serán nunca la solución, porque ellos quieren estar todos juntos.

­¿Cuántos nómadas hay en estos momentos?

Unas trescientas cuarenta caravanas. Me dijeron que se irían el domingo pasado, pero siguen ahí. Ahora dicen que el próximo. No nos podemos fiar de su palabra.

­¿Cuáles han sido las principales quejas de los vecinos?

Ha habido quejas por su actitud en la playa, porque acosan a la gente en sus casas imponiéndoles trabajos en el domicilio, porque se han dado robos de cobre, sobre todo en Hendaia, donde han desaparecido varias toneladas. Los comerciantes están amedrentrados porque entran a docenas en las tiendas y no pueden controlarlos. -

M.A.


 
Inprimatu
...Albiste gehiago
Iritzia
El futuro de Cuba se decide en la isla
Jendartea
Críticas a la actuación de los vigilantes de seguridad del metro en Algorta
Mundua
Israel prosigue con su agresión, en la que ha matado a un millar de libaneses
Kirolak
Se presentará un recurso ante el Tribunal Constitucional
Mundua
Fidel Castro delega sus cargos a causa de una operación quirúrgica
  CopyrightGara | Kontaktua | Norgara | Publizitatea |  rss