XVI conferencia internacional del sida en toronto
Denuncian la discriminación que sufren los afectados
Las personas que viven con el virus VIH sufren discriminaciones y persecuciones en muchos países del mundo. Es el caso de Noorie, una mujer nacida en cuerpo de hombre y portadora del virus que ha sido objeto de debate estos días en la cumbre de Toronto. No fue ésta la única denuncia que se escuchó en el día de clausura de la Conferencia, donde se acusó a la multinacional farmacéutica Abbot de «avaricia».
TORONTO
Con su sari naranja y su larga cabellera negra, Noorie ha sido una más de los miles de delegados que han deambulado desde el 13 de agosto por el Centro de Convenciones de Toronto, participando en la mayor cumbre mundial sobre el sida. Algunos de los participantes han sido científicos, otros funcionarios o trabajadores de organizaciones no gubernamentales. Ha habido activistas, políticos y representantes de farmacéuticas, y han acudido también portadores del virus, como Noorie. Ella personifica la discriminación y el estigma que marca a los portadores del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) en todo el mundo. Noorie es transexual, una mujer nacida en el cuerpo de un hombre, y portadora del VIH en India, un país donde la homosexualidad y el sida reciben ostracismo y persecución. En la jornada de ayer, Michaelle Jean, la gobernadora general de Canadá nacida en Haití, se refirió a ese estigma: «El sida no conoce fronteras ni tiene ningún respeto por nuestros prejuicios o la forma en que nos excluimos y abandonamos los unos a los otros. No es ésa razón suficiente para poner esos prejuicios a descansar y unirnos para luchar contra esta amenaza universal», dijo Jean. Sin duda, estas palabras le eran familiares a Noorie. Parecían sacadas del libro de su vida: «A los 8 años, mi familia y yo misma empezamos a observar cambios en mi comportamiento», explicó la india. Dos años más tarde, su familia no tuvo más remedio que reconocer la realidad: «Se enfadaron conmigo recordó, me preguntaron por qué me comportaba como una niña. Mi madre no dejaba de llorar. En algún momento parecieron dispuestos a aceptar que su hijo era una niña, pero los vecinos, la comunidad, presionaban. Era una tortura», relató Noorie. «A los 13 años prosiguió tuve que dejar mi hogar, echarme a la calle, malviviendo de la prostitución. No había otra opción, es el destino de nuestra gente». Noorie explicó que la discriminación que sufrió le empujó a un abismo en el que sólo encontró el VIH. En 1987, un año después de que se detectase el primer caso del Virus de Inmunodeficiencia Humana en el país, Noorie descubrió que era portadora: «Si mi vida hasta entonces había sido la de una paria, la situación empeoró tras el diagnóstico», admitió.
Ayudar a los desfavorecidos
Tras tocar fondo, en 1992 Noorie empezó a trabajar en organizaciones no gubernamentales como trabajadora social, atendiendo a prostitutas, transexuales y homosexuales, todos ellos portadores del virus. En definitiva, todo aquel que era rechazado por la sociedad india. Pero, descontenta con la forma en que las ONG «no se implicaban con los más necesitados», en el año 2001 inició su propia organización de asistencia, el SIP+ (South India Positive Network, Red Positiva de India del Sur). Ahora, SIP+ presta servicio a casi 2.000 seropositivos, sin importar si son homosexuales, transexuales o heterosexuales. Desde 1987 hasta hoy, Noorie reconoce cambios, sobre todo
en el acceso a medicamentos para los portadores del VIH y los enfermos del sida,
ahora mucho más fáciles de conseguir. A su parecer, lo que permanece es la
discriminación y el estigma: «Mi problema como transexual es acceder a los
servicios sanitarios. Hay un sentimiento general de que todos los transexuales
son VIH positivo», lamentó Noorie, y añadió que «los doctores no tienen
instalaciones para el tratamiento, por lo que muchos tienen miedo a la
transmisión de la enfermedad y rechazan atendernos».
«Falta de acción»
Por su parte, la Organización No Gubernamental Oxfam denunció la «falta de acción» de gobiernos y donantes ante el crecimiento de la epidemia.Oxfam afirmó que desde el inicio de la conferencia hasta su clausura, que tuvo lugar ayer, 50.000 personas han muerto en todo el mundo como consecuencia del sida, y que otras 80.000 han resultado infectadas. «Esta singular reunión ha demostrado que las comunidades de todo el mundo están proporcionando prevención, cuidado y tratamiento de forma innovadora. Y ha mostrado que la investigación científica está produciendo un progreso constante», señaló el doctor Mohga Kamal-Yanni, consejero de política de Oxfam. «Pero, con muy escasas excepciones, ni los gobiernos ni los donantes están poniendo todo su esfuerzo», añadió. Algunos activistas aprovecharon para protestar contra la multinacional farmacéutica Abbot, a la que acusaron de «avaricia» y «falta de interés» por vender en Africa sus medicamentos contra el VIH. Señalaron que, desde hace años, varias organizaciones de afectados por el virus han solicitado a Abbot que abarate el medicamento Kaletra, rebautizado hace una semana como Aluvia, para que esté disponible en los países empobrecidos. Sin embargo, cuestionaron que, aunque este tipo de medicamento sería especialmente beneficioso en estos países, Abbot no se ha preocupado por solicitar los permisos para registrarlo en la mayor parte del mundo. El destacado activista e investigador sudafricano contra el sidas Mike Heywood también criticó al Gobierno de su país por no tomar medidas efectivas para reducir el contagio, y a los demás líderes políticos del mundo por no cuestionar su inacción. Instó a la renuncia de la doctora Manto Tshabalala-Msimang, ministra de Salud de Sudáfrica, que promociona remedios naturales como armas claves para combatir el sida. La ministra, junto con el presidente de Sudáfrica, Thabo Mbeki, ha cuestionado la eficacia de las drogas retrovirales. El activista también advirtió de que pueden aparecer numerosos casos de contagio en China, donde UNAIDS ha pronosticado 10 millones de nuevos contagios hasta el 2010.
Activistas piden más acción y menos «estrellas»
TORONTO
A pesar del aumento de personas tratadas contra la infección del sida en los países empobrecidos especialmente en Africa y del optimismo de los científicos, los activistas pintan un panorama más sombrío. «Yo no me mostraría tan optimista, no estaría dando palmadas en la espalda a nadie», declaró la doctora alemana Myrto Schaefer, especialista en tratamiento pediátrico de la organización Médicos Sin Fronteras (MSF). Ante el aparente triunfalismo de algunos de los presentes en la cumbre, Schaefer, especializada en el tratamiento de niños con sida en Africa y Asia, dijo que «parece que alguna gente está obsesionada con presentar números y están olvidando otros aspectos, como la calidad». Schaefer no es la única que expresó frustración por algunos aspectos de lo que sucede en Toronto. El activista sudafricano Gregg Gonsalves, de la Alianza del Sida y Derechos en Africa Meridional, atacó el optimismo expresado por Peter Piot, director ejecutivo del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre VIH-Sida (UNAIDS), quien este año afirmó que «2005 ha sido el año menos malo en la historia de la epidemia». Gonsalves afirmó que, a pesar de lo dicho por Piot y otros asistentes a la conferencia, «estamos perdiendo la lucha contra esta enfermedad». Recordó que en 2005 se registraron 5 millones de nuevas infecciones y 3 millones de muertos, entre los que había medio millón de niños. Los activistas también criticaron que la cumbre contra el sida de Toronto haya sido «secuestrada» por Hollywood con la excesiva atención que se ha dado a la presencia de «estrellas» como el matrimonio Bill y Melinda Gates, el ex presidente estadounidense Bill Clinton y el actor Richard Gere. Sipho Mthathi, responsable de la Campaña por Acción en el Tratamiento de Suráfrica, abandonó junto a Gonsalves el estrado que compartía con científicos y otros activistas en protesta por acciones que consideran que frivolizan la más importante reunión mundial sobre el sida. «Esta conferencia ha sido más una reunión de Hollywood para filántropos y estrellas que para la gente que vive con el sida. Nos gustaría que la Sociedad Internacional del Sida reconociese que estamos bastante apenados. ¿Es que el dinero y ser un antiguo presidente te otorga hoy en día voz y voto?», protestó Mthathi.
La vacuna china contra el sida «podría ser eficaz»
PEKIN
La primera fase de los ensayos clínicos ha demostrado que la vacuna china contra el sida es «segura» y además, «podría ser eficaz», según fuentes gubernamentales de Pekín. «Los voluntarios que fueron inoculados se mostraron inmunes al VIH 15 días después de recibirla, lo que indica que la vacuna funciona bien a la hora de estimular la inmunidad del cuerpo», dijo Zhang Wei, de la Administración Estatal de Alimentos y Medicamentos. Añadió que las 49 «personas sanas» que participaron en el ensayo, finalizado el pasado junio, no mostraron reacciones adversas tras 180 días, por lo que se puede considerar que la vacuna es «segura». Los resultados oficiales chinos marcan el fin de la primera fase de los ensayos clínicos y hacen suponer que el Gobierno aprobará en breve la segunda. La vacuna china, una de las 35 que se investigan actualmente, comenzó a ensayarse en humanos en la primavera de 2005. En la primera fase los voluntarios se dividieron en ocho grupos, seis de los cuales recibieron una vacuna individual y los otros dos una combinada. De aprobarse, la segunda fase implicará a más voluntarios y servirá a los científicos para examinar la inducción de anticuerpos, mientras que en la tercera tratarán de comprobar la capacidad de la vacuna para proteger a grupos de alto riesgo. En los 25 años de historia de la enfermedad, se han desarrollado unas 120 vacunas pero sólo una de ellas completó las tres fases de análisis, aunque finalmente se mostró ineficaz para proteger del virus del sida. El último informe del Ministerio de Salud chino y la agencia ONUSIDA estima que en el país asiático hay en la actualidad unos 650.000 afectados por el VIH, aunque muchos expertos y organizaciones independientes consideran que podrán ser muchos más.
Cerca de 1.800 niños se contagian del VIH, cada día
Cada día se producen 1.800 infecciones entre niños menores de 15 años, principalmente debido a transmisiones de madre a hijo, según informó UNICEF. Este contagio se podría reducir a menos del 2% con un tratamiento preventivo durante las fases de embarazo y contagio. Además, se calcula que 15 millones de niños en el mundo son huérfanos a causa del VIH, el 80% en Africa, aunque su incidencia está aumentando también en Europa y Asia. -
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